El asesinato de Karla Fernanda, el cual cumplió un año el pasado lunes, no es el único crimen perpetrado en agravio de una mujer que sigue impune, el feminicidio de Nazaria Iraís, profesora de bachillerato y conductora de un taxi “ejecutivo” ocurrido en 2017 en el municipio de San JerónimoTecuanipan, es otro hecho en el que su familia no ha encontrados justicia.
Aunque por este caso hay tres detenidos, los deudos temen que los imputados obtengan su libertad luego de que un diagnóstico emitido por la propia Fiscalía de Puebla, declarara varias pruebas o indicios como inutilizables.
“Hasta ahora, nosotros tenemos que seguir cargando no solo con la pena de haber perdido a mi hermana, sino también con la falta de trabajo por parte de la Fiscalía”, narró Marlene, hermana de la hoy occisa, en entrevista con El Sol de Puebla.
Con la voz firme pero los ojos empañados y al borde de las lágrimas, la doliente acusó que desde hace cuatro meses no se ha fijado fecha para la audiencia intermedia y el desahogo de las pruebas que aún le quedan al Ministerio Público.
No hemos llegado a la audiencia intermedia, al desahogo de pruebas, precisamente porque hubo un conflicto de intereses entre dos de los tres imputados y por ello mismo se ha postergado la audienciaexplicó la entrevistada.
Pese a que de forma inicial los deudos de Nazaria Iraís accedieron a que uno de los tres acusados obtuviera el beneficio de un procedimiento abreviado para que una vez que declarara, obtuviera su libertad, al final, el asegurado se negó a rendir su declaración, de tal manera que al igual que los otros dos tenidos que entraron en un conflicto de intereses, retrasaron todo el procedimiento judicial y con ello el inicio de la etapa intermedia.
“Desde hace cuatro meses nos vienen diciendo que ya solo falta una semana más para que se fije el día de la audiencia intermedia, pero nada, incluso hace una semana acudimos a la Fiscalía y nos dijeron que era por lo del conflicto de intereses entre dos de los acusados y todo parece indicar que los feminicidas tienen más derechos que nosotros que somos víctimas colaterales”, señaló la hermana de la hoy occisa, quien pide que la Fiscalía retome el caso como debe ser y rectifique ya que se le hace raro que después de la recolección de varios indicios y pruebas, estas no sirvan por cuestiones climatológicas incluso lo embalado al interior del automóvil que Nazaria utilizaba para desempeñarse como taxista de tipo “ejecutivo” sin pertenecer a alguna plataforma.
TRAS DESAPARICIÓN LA HALLAN MUERTA
El 25 de septiembre de 2017, alrededor de las 14:30 horas, en un paraje del municipio de San Jerónimo Tecuanipan, el cuerpo de Nazaria fue hallado desnudo, con diversas huellas de violencia y con una soga con la que fue asfixiada, incluso las autoridades ubicaron el automóvil tipo March, que la mujer conducía, atascado en una vereda y tan solo a unos metros del vehículo, entre la hierba, el cadáver de la víctima de 34 años de edad.
En su momento se supo que un día antes, aproximadamente a las 19 horas, Nazaria Iraís recibió una llamada a su celular en la que le solicitaron un servicio a Paso de Cortés, por lo que salió y ya no regresó a su casa, hasta que fue hallada muerta.
CAPTURAN A LOS PRESUNTOS FEMINICIDAS
Para el 2 de octubre de 2017, la Fiscalía General del Estado confirmó la detención de Juan Manuel N, Pedro N, y Dylan N; siendo Pedro, a quien las autoridades le encontraron el teléfono celular de la víctima. Por lo anterior, los sujetos fueron presentados ante un juez de control en el Centro de Justicia Penal de San Andrés Cholula, donde se les exoneró de todo cargo por el delito de cohecho.
Sin embargo, a su salida del edificio fueron reaprehendidos por agentes ministeriales, ahora por el delito de feminicidio, quedando todos vinculados a proceso.
A pesar de que ya han transcurrido más de dos años del día del crimen, el proceso jurídico no ha podido avanzar a la etapa intermedia e incluso, ante la dilación del caso, la familia de Nazaria teme que la muerte de la profesora y taxista que dejó a un hijo enfermo en la orfandad, quede sin justicia.