A pesar de que ya ha pasado más de un año que desaparecieronseis vecinos de la colonia Lomas de San Miguel, aún tienen laesperanza los familiares de encontrarlos vivos, pues hasta elmomento las autoridades ministeriales no les han entregado algúnindicio de sus cuerpos o de que estuvieran muertos.
“Incluso, el mismo señor Aduna dice que él no los mató, quesu domicilio es impenetrable y que incluso su hija y esposa seencuentran en el extranjero, por lo que ninguna sufrió abusosexual; y no habría motivo de que él mandara a desaparecer yasesinar a nuestros familiares, por eso queremos que lasautoridades sigan buscándolos, los encuentren y nos los regresen odigan dónde están...”, narró a EL SOL DE PUEBLA, la madre deuno de ellos.
“Eso mantiene viva nuestras esperanzas de que los muchachosestén vivos, el señor Aduna no es una “blanca paloma”, perosí no los mató, queremos que las autoridades nos digan qué pasócon ellos, dónde los tienen... para nosotros siguen vivos porquela Fiscalía es el momento en que no nos entrega resultados de ADN,porque dicen que sólo era ceniza la que tienen; y no hay máselementos como ropa u otras cosas”, señaló.
Por esa misma razón, la entrevistada reveló que no ha acudidouna sola vez al pequeño altar que se colocó desde el año pasadosobre la enigmática calle Juan Rojas Flores, a un costado de dondevivía Pedro “N”, uno de los desaparecidos.
Actualmente en el lugar, sobre la misma fachada de una paredestán clavadas dos cruces, una de metal y otra de madera, con losnombres de pila grabados de Pedro, Marco, Román, Brayan, Luis yRogelio y la leyenda “recuerdo de sus vecinos”.
A decir de los vecinos, de vez en cuando hacen rosarios o misas,con la esperanza de ver algún día vivos a los nombrados.