Casi un mes después de permanecer hospitalizado, la madrugada del domingo murió Ángel Yair, de 28 años, quien junto con su novia el pasado 6 de julio resultó con quemaduras graves, debido a una explosión por acumulación de gas en su departamento de Residencial Las Flores en el municipio de Coronango, donde dos viviendas fueron pérdida total y 55 más sufrieron daños menores. La empresa constructora lamentó los hechos y asegura que ha brindado apoyo y que según el reporte de bomberos, el siniestro habría ocurrido por un error humano.
Fuentes policiales dieron a conocer que el deceso del joven ocurrió este 1 de agosto, debido a las quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo; tras caer en coma, el estado de salud de Ángel no mejoró y pereció este domingo.
En este sentido, se sabe que su pareja sentimental, Daniela Yoseline, de 26 años, continúa grave y bajo la observación de los médicos, también por las quemaduras que sufrió durante el referido siniestro.
Carlos, otro de los afectados ante la pérdida total de su departamento, insiste en que al momento no hay ningún avance en las investigaciones y aunque ya cuenta con el nombre y teléfono del agente del Ministerio Público que llevará su denuncia, simplemente no le contesta las llamadas.
En lo que concierne a la empresa constructora, el declarante señala que esta se niega a tomar responsabilidad alguna bajo el argumento de que los seguros deben de hacerse cargo y ellos como constructora, solo van a apoyar, pero no pueden hacerse cargo de los gastos.
EMPRESA SE SOLIDARIZA CON LOS DEUDOS Y COADYUVARÁ CON AUTORIDADES
Sobre este asunto, el arquitecto Jorge Casanova, en representación de la constructora que desarrolló el conjunto habitacional Las Flores, dijo en entrevista telefónica para El Sol de Puebla que, la empresa en primer lugar, lamenta los hechos y se solidariza con la familia del joven que falleció, y por otro, asegura que en todo momento la constructora ha sido partícipe y coadyuvado tanto con las autoridades como con las personas involucradas en el asunto.
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“Quisiéramos externar nuestro más sentido pésame, que sepan que nosotros no nos estamos desentendiendo, hemos seguido el proceso que las autoridades nos han pedido, los lineamientos que nos han dicho, en su momento no quisimos hacer ningún tipo de declaración para no afectar las investigaciones hasta que se hubieran determinado las causas”, refiere el entrevistado.
Jorge Casanova señala que, si bien es cierto que más de 50 viviendas salieron afectadas, ellos como empresa, sin tener aún algún tipo de responsabilidad, han intervenido en composturas sin ningún tipo de cargo para los condóminos afectados e incluso la empresa tuvo daños en alrededor de 29 departamentos que aún estaban a la venta, por lo que ellos mismo han tenido pérdida materiales y económicas.
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“Metimos una unidad de verificación para dar fe que las instalaciones no fueron el problema. Nadie ha querido sacar partido de esto, todo ha sido transparente, bomberos y Protección Civil dieron su reporte en el que informan que lamentablemente, la falla vino de un error humano dentro de la vivienda y no por una falla de la instalación”, asevera el declarante.
En este sentido, el representante del referido desarrollo inmobiliario, apeló al reporte de los cuerpos de auxilio que intervinieron el día de los hechos y que destaca, fue dado a conocer a todos los condóminos, incluidos los afectados y la familia de la pareja herida, en una asamblea del 18 de julio.
Dicho reporte, en poder de este medio, señala lo siguiente: “en una evaluación primaria parcial se señaló que las causas del siniestro, probablemente se debieron al escape de combustible debido al cierre no adecuado de algunas de las perillas de la estufa del departamento, por lo que hubo una acumulación de combustible (Gas L.P.)”, se indica.
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En cuanto al posible origen o fuente que ocasionó la ignición del gas se menciona que pudo haber sido al encender una luminaria, o bien, el encendido de la estufa, contemplando que es de encendido eléctrico.
Jorge destaca en este punto que, la pareja herida se dedicaba a vender comida y, por ende, considera que existe una mayor posibilidad de un error humano en esta situación. No obstante, están en la mejor disposición de ayudar, una vez que los seguros que intervienen en los créditos de los dos departamentos que fueron pérdida total, resuelvan, qué le corresponde a quién.
A decir del representante de la constructora, el departamento 3B-502 fue adquirido por medio de Infonavit bajo el programa “Unamos créditos”, y el departamento 3B-602 por un crédito cofinanciado entre Infonavit y banco, por lo que subraya, existen seguros de daños que llegan a cubrir la totalidad de los costos, sin embargo, la reclamación es personalizada, es decir, se trata de un proceso o trámite que deben realizar cada uno de los afectados.
“Nosotros hemos estado al pendiente, hemos hablado con el Infonavit para que detonen los seguros, pero la aseguradora del Infonavit nos dijo que esa petición la tienen que hacer las personas afectadas. Antes de limpiar y hacer muchas cosas, el seguro nos dirá qué hacer porque no somos expertos en cómo trabajan los seguros, pero ya dirán que van a cubrir, hasta entonces podemos sentarnos y ver cómo los podemos ayudar”, resalta Jorge Casanova.
Para concluir, sobre el antecedente de quejas por fuga de gas previo al día del siniestro, Jorge explica que ellos no podrían hacerse responsable por las instalaciones ya dentro del departamento porque desconocen el manejo y uso que le den los residentes luego de que ellos entregaron todo funcionando al cien por ciento.
LOS ANTECEDENTES
La madrugada del 6 de julio del presente año hubo una explosión en el fraccionamiento Las Flores que dejó afectaciones en 57 departamentos, dos de ellos, pérdida total.
Sin embargo, lo más grave fue que una pareja de jóvenes, dueña de uno de los dos departamentos dañados al cien por ciento, resultó gravemente herida por quemaduras en gran parte del cuerpo. Ambos fueron internados en el hospital de Traumatología y Ortopedia del IMSS, donde Ángel cayó en coma.
Es así como dicha explosión no solo truncó de forma momentánea, sino definitiva, los sueños de Ángel Yair y Daniela Yoseline, de casarse.
