Bajo la promesa de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) de que se hará todo lo posible por acelerar las investigaciones, las familias de Ana Laura y Lili, víctimas de feminicidio, esperarán de una a dos semanas para tener algún avance en ambos casos en los que los presuntos responsables están identificados, pero prófugos de la justicia.
La hermana de Liliana señaló que la principal inconformidad para ellos como dolientes consistía en que el agente del Ministerio Público que lleva el caso de Lili, quien fue asesinada y después enterrada en su domicilio en la colonia Cencalli, es que las investigaciones se retrasarían debido a las vacaciones de Semana Santa.
Sin embargo, lograron que un representante de la FGE los recibiera y les prometiera acelerar todo, para pronto darles avances, por ello esperarán a ver el trabajo de la institución en la que dijo, no les queda más que confiar.
Por ahora tampoco han tenido ningún contacto con la familia del acusado de nombre Martín N, de 40 años de edad, quien presuntamente, después de acosar y supuestamente asesinar a la empleada de la tienda departamental Gran Bodega, huyó.
En cuanto al caso de Ana Laura, de 44 años de edad, quien fue ahorcada en su domicilio en la colonia Rincón Arboledas Sur, su tío de nombre Enrique coincidió en decir que fue atendido por un representante de la Fiscalía de Puebla. A él también le prometieron acelerar los trámites e indagatorias correspondientes para pronto dar con el o los responsables del crimen ocurrido el pasado 30 de marzo.
Ambas familias señalaron que tienen la esperanza de que pronto verán a los feminicidas detrás de las rejas y pagando por su delito.
Clamor de justicia los unió para marchar
Fue la tarde del pasado 5 de abril que los deudos de Lilia, madre de un pequeño de seis años, y Ana Laura, quien era contadora, se unieron ante el clamor de justicia para las dos mujeres.
Desde la zona del Paseo Bravo, con cartulinas, lonas y paliacates morados, cerca de 50 personas caminaron por toda avenida Reforma hasta llegar a Palacio Municipal y avanzar por bulevar 5 de Mayo.
Al grito de “¡justicia!, ni una menos!”, “somos la voz de las que ya no están!”, hombres y mujeres de diversas edades caminaron de forma pacífica hasta llegar a las afueras de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), donde también pidieron que sus exigencias fueran atendidas.
Solicitaron que ninguno de los dos casos quedara impune ya que Lili era acosada y amenazada por su expareja y padre de su hijo, e incluso contra él existía una orden de restricción, pero en cuanto esta acabó, Martín irrumpió en la casa de la víctima e intensificó las acciones de acoso.
Finalmente, Ana Laura también era violentada por su exesposo José Samuel, con quien jamás tuvo hijos, pero ante los golpes que le propinaba, decidió separarse sin jamás denunciarlo.
