Aarón Bravo Suárez, de 22 años de edad, desapareció con uno de sus vecinos durante la entrega de una recámara en el municipio de Amozoc de Mota, hace cuatro meses. Su esposa Yazmín, continúa su búsqueda a pesar de que algunas personas refieren que Aarón ya estaría muerto. La mujer acusa que en la Fiscalía sólo le dicen que “están investigando el caso”.
Aarón y Yazmín, un matrimonio con tres pequeños hijos, que se dedicaba a la fabricación de muebles en el fraccionamiento Misiones de San Francisco, ni pudieron seguir con su negocio tras la desaparición de él en octubre de 2020.
En entrevista con El Sol de Puebla, la esposa de Bravo Suárez narró que el día en que fue visto por última vez, se dirigía hacia el municipio de Amozoc de Mota a bordo de automóvil Pointer, color azul, acompañado de uno de sus vecinos con quien entregaría una recamara que había vendido a través de la red social Facebook.
Aarón y Yazmín acostumbraban a enviarse mensajes por WhatsApp durante el trayecto, y ese día no fue la excepción. El joven le dijo que no encontraban la dirección y no volvió a saber más de él.
Según investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), el vehículo cargado en el que circulaban los dos hombres sí llegó a Amozoc, incluso fue grabado por cámaras de videovigilancia de la zona, no obstante, jamás arribó al punto acordado con el cliente. La hora marcada en el material videográfico coincide con la que Aarón se reportó por última vez con su esposa.
A decir de Yazmín, la Fiscalía le compartió la lista de llamadas del celular de su esposo, en la que destacaban algunas que el padre de Aarón le hizo a su hijo, sin embargo, su suegro nunca se lo comentó. Asimismo, dijo que Aarón tuvo algunos problemas con sus cuñados, aunque los hombres nunca se negaron a declarar durante las investigaciones de las autoridades.
Respecto a las personas que solicitaron los muebles, Yazmín señala que se comunicó con ellos, pero refirieron que Aarón les canceló la entrega poco antes; cuando la joven quiso contactar con ellos de nueva cuenta, el perfil ya había sido eliminado y el número de WhatsApp, bloqueado. El investigador que llevaba su caso le externó que no creía que el implicado tuviera algo que ver con la desaparición de su esposo, pues se dedicaba a realizar bailes sonideros.
“El 15 de noviembre me llegaron mensajes que decían que mi esposo estaba muerto, que le habían puesto un cuatro y que su cuerpo había sido abandonado en un pozo entre San Salvador Chachapa y Mendizabal”, enfatizó Yazmín, sin embargo, para cuando quiso saber sobre la persona que le envió dicha información, ya no pudo, pues también el perfil había sido borrado. Inmediatamente Yazmín comunicó lo anterior a la Fiscalía, por lo que la dependencia realizó diligencias en un pozo hasta un mes después, el 12 de diciembre, pero no encontró indicios de restos humanos. La joven señala que en la zona existen varios pozos, mismos que no han sido inspeccionados en su totalidad.
La joven de 22 años urge a las autoridades a acelerar las investigaciones para que pueda dar con el paradero de su esposo.
Yazmín forma parte del Colectivo Voz de los Desaparecidos de Puebla, al igual que la madre de Yafet Isai Vernet Pérez, quienes no pierden la esperanza de encontrar a sus consanguíneos con vida.
“Con las autoridades no se cuenta”, dijo Yazmín, quien también refirió que criar a sus hijos de 1, 3 y 5 años no ha sido fácil tras la desaparición de Aarón, no obstante, confía en que pronto puedan volver a ver a su padre.