Fue a un baile y termina muerto a puñaladas a cuadras de su casa

Testigos destacan que en la fiesta se consumió mucho alcohol, por lo que presumen que la agresión fue parte de una riña

Joel Arcega

  · martes 19 de marzo de 2019

Foto: Héctor González

Un hombre fue asesinado de una puñalada, después de un baile público registrado en calles de San Cristóbal Tulcingo, junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, la noche del pasado domingo; fueron vecinos de la zona, quienes lo encontraron sin vida la mañana de este lunes.

Su madre y otro familiar lo identificaron en el lugar como Enrique N, de 34 años de edad, quien era vendedor ambulante de perfumes en el Centro de la ciudad. Tenía su domicilio a unas cuadras del lugar donde quedó sin vida, al que trató de llegar tras ser agredido, pero solo alcanzó a avanzar unos 200 metros, dejando rastros de sangre, hasta que se desvaneció y murió desangrado.

En la zona, la noche del domingo hubo un baile llamado de “Las Locas”, donde según entrevistados por este medio, se consumió mucho alcohol; por lo que presumen que se habría registrado una riña al calor de las copas durante la madrugada.

Desde las canchas de basquetbol del sitio se apreciaba un rastro de sangre que fue dejado aproximadamente 200 metros. De ello las autoridades deducen que la agresión ocurrió en esas canchas y el hombre pudo caminar hasta la calle José María Morelos casi esquina con Las Torres, en donde cayó inerte frente a un domicilio en medio de la obscuridad, hasta que por la mañana lo descubrieron los vecinos y dieron aviso a las autoridades policíacas minutos después de las 8 horas.

Además de policías llegaron paramédicos de SUMA y al revisar a la víctima, indicaron que habría muerto horas antes, desangrado por la herida con arma blanca en la pierna donde alcanzó la arteria femoral.

Al sitio se presentó personal de la Fiscalía General del Estado para encabezar las diligencias del levantamiento de cadáver e inició la carpeta de investigación para esclarecer el caso.

Cabe señalar que al sitio llegó una mujer que identificó a la víctima como su hijo y vecino de la zona.

Ante la muerte de su consanguíneo, la mujer sufrió una crisis nerviosa y ya no pudo aportar más datos sobre la víctima en el lugar.