Un hombre que ha pasado once años en prisión acusado de secuestrar y violar a una mujer, logró un amparo para que fuera reabierto su caso, luego de que le impusieran una sentencia de 44 años de cárcel, pero según su defensa, ante la falta de elementos que lo incriminen, podría obtener su liberación.
En entrevista de El Sol de Puebla con los familiares del hombre identificado como Gilberto N, éstos aseguraron que hubo una serie de anomalías en el expediente de la Fiscalía General del Estado, además que, según su dicho, un juez penal, sin sustento alguno, le dictó una sentencia que lo ha mantenido encarcelado a lo largo de 11 años.
Los declarantes señalan que Gilberto se dedicaba a la cosecha de uva en Sonora y regresó de vacaciones a su casa en la localidad de Metepec, perteneciente al municipio de Atlixco, en agosto de 2008.
Apenas habían pasado dos días de llegar a territorio poblano, cuando policías municipales de Atlixco lo detuvieron el día 21 del mencionado mes, acusado de haber secuestrado y violado a una mujer de nombre Elizabeth Guadalupe.
El supuesto ultraje habría ocurrido un mes antes, es decir, cuando el varón aún no se encontraba en Puebla; aún así, los policías le dijeron que lo habían detenido en flagrancia y según los familiares, lo torturaron para que aceptara su culpa, declaración que nunca afirmó.
Según los entrevistados, otra de las irregularidades que existen en el expediente es que la supuesta agraviada no se presentó para sostener el señalamiento; y dentro de su primera y única declaración, se contradice al proporcionar como su número telefónico el de su esposo, con el cual asegura estuvo comunicándose vía celular con su cónyuge el día de la agresión. En los estudios correspondientes a la víctima, no se encontraron rastros de ultraje, sostienen los declarantes.
Pese a todo lo anterior, el juez Miguel Ángel Chávez Castañeda dictó sentencia de 44 años de prisión de los cuales pasó 3 en Atlixco y 8 en el Cereso de Tepexi de Rodríguez, y desde este año permanece internado en el Cereso de San Miguel; sin embargo, al tramitar un amparo ante la Justicia Federal, las autoridades lo favorecieron para que su caso sea reabierto y nuevamente se dicté la sentencia que corresponda.
El acusado pide a través de sus familiares, que sea un acto jurídico justo donde se aclare que no es culpable y así recobre su libertad, pues confía en que se analice que nunca existieron elementos en su contra y si a favor, como fueron testimonios de que él se encontraba en otro sitio el día que ocurrieron los supuestos hechos de los que lo acusan y mantienen preso.