A una sentencia de entre 4 y 10 años de prisión, según lo que indica el artículo 210 Bis del Código Penal del Estado de Puebla, es a lo que podría hacerse acreedor Margarito N, el taxista detenido tras el asesinato de Rosa María N, de 64 años de edad, en caso de que se le encuentre responsable del delito de encubrimiento o desvío de la investigación de un hecho delictivo, por el cual ayer fue vinculado a proceso. No obstante, aún se está a la espera de que la Fiscalía General del Estado (FGE) le acumule otro proceso penal por la muerte de la sexagenaria.
Este jueves por la mañana, el hombre de aproximadamente 65 años de edad y expareja sentimental de la mujer privada de la vida al interior de su domicilio en la colonia Gonzalo Bautista, fue presentado de nueva cuenta ante una juez de control, a fin de que se determinara si sería o no vinculado a proceso por los hechos que se le imputan.
Durante el desarrollo del acto jurídico en la sala 14 del Centro de Justicia Penal de Puebla, el equipo de defensa de Margarito N, alegó que los derechos humanos de su cliente fueron vulnerados, toda vez que este permaneció 15 horas sin la asistencia o asesoría de un abogado.
Asimismo, los litigantes acusaron que las tres constancias en las que supuestamente Margarito N, manifiesta no querer la asistencia de un defensor público porque ya contaba con uno particular que ya estaba por llegar, y rechazar su derecho de comunicarse con un familiar ya que su hija se encontraba en el mismo lugar que él, únicamente estaban firmadas por el agente del Ministerio Público, sin alguna evidencia de que todo lo anterior fuera cierto.
Sin embargo, la juez de la causa no halló nada que acreditara las manifestaciones de los abogados particulares, aunado a que consideró que no hubo ningún ejercicio de contradicción en cuanto a los datos de prueba expuestos por la agente del Ministerio Público.
Ante tal situación, los argumentos presentados por la defensa particular del detenido no fueron suficientes para convencer a la jurista de la inocencia del detenido, por lo que la togada dictó auto de vinculación a proceso en contra de Margarito, por el delito que reclasificó como encubrimiento o desvío de la investigación de un hecho delictivo, en este caso por el feminicidio de Rosa María.
Por otro lado, la juez ordenó que sobre el investigado prevaleciera la medida cautelar de prisión preventiva necesaria o justificada, situación por la que el hombre también de 65 años, fue nuevamente llevado al penal de San Miguel, donde deberá permanecer mientras se define su situación legal.
En tanto, la jurista otorgó plazo de dos meses para investigación complementaria, tiempo en el que las partes involucradas podrán aportar diversas pruebas en el caso.
Sobre este mismo tema, cabe decir que a pesar de que al momento la Fiscalía General del Estado de Puebla no le ha podido imputar al detenido cargos por feminicidio, el delito por el que el taxista quedó sujeto a investigación, es sancionado con una pena de 4 a 10 años de prisión y multa que va de los mil a dos mil días de salario mínimo, lo cual está asentado en el artículo 210 Bis, fracción II del Código Penal para el Estado de Puebla.
Es de recordar que fue la noche del sábado pasado cuando la mujer de la tercera edad fue hallada sin vida sobre su cama y al interior de su domicilio en la colonia Gonzalo Bautista.
El hallazgo del cadáver lo realizaron familiares de sexagenaria, quienes desde la noche del viernes le estuvieron llamando por teléfono a la mujer de 64 años, sin obtener respuesta alguna de la fémina, la cual tampoco acudió por su madre a la cual le tocaba cuidar todos los sábados.
Ante tal situación, familiares de la hoy occisa acudieron al domicilio de Rosa María N. Una vez en la avenida San Diego, los dolientes tocaron a la puerta sin que nadie les abriera, por lo que decidieron llamar a la policía.
Con la ayuda de los oficiales del municipio, los consanguíneos entraron a la casa por una de las ventanas. Tras revisar la casa, hallaron a Rosa María acostada en su cama, pero con múltiples golpes en el rostro sin encontrar a su pareja sentimental, convirtiéndose en el principal sospechoso del asesinato.
Pese a las contusiones que la víctima presentó, las autoridades establecieron que la mujer pereció a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio secundario a un traumatismo craneoencefálico severo, por los golpes que le fueron propinados por su pareja sentimental, el cual, al momento de su arresto en la unidad habitacional Rivera Anaya, aún presentaba hinchazón y lesiones en las manos, sin poder explicar cómo se los había provocado.
Dale ME GUSTA Facebook El Sol de Puebla
Regístrate al Whatsapp Noticias