Sin medir el peligro que corren, hombres, mujeres con niños o a solas, cruzan los diversos tramos de la autopista México-Orizaba en su tramo Puebla.
Aunque en tres puntos se identificaron puentes peatonales, la mayoría de la gente prefiere pasar a unos metros o justo debajo de ellos, antes que perder el transporte público o llegar tarde a sus actividades, en la zona de San Diego Manzanilla y la colonia Miguel Hidalgo, ante el flujo de personas, es notoria la falta de dos puentes peatonales que eviten muertes por atropellamiento o simplemente, que la gente se ponga en riesgo al cruzar.
De manera intrépida, teniendo a escasos 15 metros de distancia los vehículos y bajo el riesgo de ser embestidos por un automóvil, tráiler o autobús, este medio captó cómo personas de diversas edades se aventuraron a cruzar ambos carriles de la autopista.
El primer punto recorrido por El Sol de Puebla fue el tramo donde se ubica el coloquialmente llamado puente de “La Resurrección”, al estar en la junta auxiliar del mismo nombre, entre las colonias Miguel Hidalgo y San Diego Manzanilla, que comparten una distancia de un kilómetro de línea limítrofe, donde se observó que, pese a la existencia de un puente vehicular, el uso del mismo para los peatones es difícil, por lo que estos optan por cruzar la autopista.
La mayoría son obreros, hombres y mujeres, que se dirigen a los diversos parques industriales de la zona, o incluso personas que buscan trasladarse hacia sus centros de trabajo en municipios como Tecamachalco, pues incluso algunos de los que atravesaban era para poder abordar la Ruta 100. Esta situación fue captada varios metros antes y después del puente de “La Resurrección”, por lo que la necesidad de dos puentes peatonales distribuidos en la mencionada línea limítrofe de la autopista, fue visible.
Al avanzar, en el puente de la junta auxiliar de San Sebastián de Aparicio, que lleva hacia el estadio Cuauhtémoc, la situación fue distinta, ahí sí se cuenta con un puente peatonal, que, a pesar de ser usados por algunas personas, también se observó que otras más optan por la vía fácil para cruzar la autopista. A pesar de la presencia del puente peatonal de color azul, a pie o incluso en bicicleta, tres personas fueron captadas corriendo para poder pasar de uno a otro lado de la vialidad.
En el tramo del puente de “La María”, ocurre algo similar a lo anterior, ahí existe un puente vehicular adaptado o acondicionado con una “vereda”, que sirve perfectamente para el tránsito de peatones, incluso se encuentra enrejado para evitar que pasen hacia el lado del arroyo vehicular, sin embargo, y a pesar de estar a unos cuantos metros de distancia, no solo hombres sino también amas de casa con sus pequeños en manos, prefieren cruzar la autopista y ahorrarse unos minutos en subir al puente y cruzar por ahí. La prisa por poder subir al transporte público, en este caso, también fue el común denominador.
Al respecto, vecinos de la zona que también se reúnen a esa altura de la autopista para poder tomar el autobús, consideraron que el cruzar la vialidad y arriesgarse de manera a perder la vida, existiendo un puente habilitado para el paso del peatón, es una situación de falta de conciencia y educación vial.
“La gente tiene acceso peatonal para ir de un lado a otro, incluso hay rejas para protección de quienes transitan ahí, las escaleras están bien definidas, siento que es más imprudencia de la gente el cruzar por aquí, ya que sabemos perfectamente que es autopista y es peligroso, pero muchos, por no subir, por flojera o ahorrase unos minutos, prefieren cruzar, me ha tocado ver mucha gente de ese tipo”, comentó Alma Domínguez, de 27 años, quien hizo un llamado para que las personas tomen los accesos que hay para los peatones, ya que subraya, no es difícil y solo quita unos cuantos minutos.
Finalmente, en el puente de la unidad habitacional Volkswagen, a los peatones no les queda otra opción más que usarlo, pues no hay a dónde ir al cruzar debajo del puente sobre la autopista, de la unidad habitacional Volkswagen 2 a la 1, ya que con lo que se topan es con una barranca, es por ello, que, para llegar de una a otra, no hay más opción que usar el puente peatonal.
A pesar del caso anterior, en la mayoría de los puntos recorridos, el común denominador fue ver pasar a gente cruzando debajo de los puentes, sobre autopista, y sin la posibilidad de ser alcanzados para cuestionarles su decisión o acción que, en muchos otros casos, han tenido fatales desenlaces, ya que en lo que va del año, este medio ha documentado un total de siete muertes por atropellamiento en la autopista México- Orizaba. El deceso más reciente de este tipo ocurrió apenas el pasado lunes, precisamente, poco antes de llegar al puente de “La María”.
SIETE DECESOS POR ATROPELLAMIENTO
Sobre el asunto, es de mencionar que, de acuerdo con información hemerográfica, de enero a la fecha, en la multicitada autopista se han registrado un total de siete muertes por atropellamiento. En todos los casos se trató de hombres de diversas edades, algunos no fueron identificados en el lugar debido a que no portaban algún documento o credencial, y en otros hechos más no fue posible su identificación ya que quedaron destrozados sobre la cinta asfáltica.
Por ninguno de los accidentes hubo detenidos ya que, tras cometer los hechos, los responsables prefirieron huir y no enfrentar a las autoridades policiacas.
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En este sentido, el primer deceso de este tipo, en el año y en la referida vialidad, sucedió el 12 de febrero, cuando un hombre murió atropellado al intentar cruzar la autopista México- Puebla, a la altura de la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras. El presunto responsable, al observar lo ocurrido, huyó de la zona antes que ser capturado por las autoridades policiacas, quienes junto con paramédicos de Capufe se trasladaron al sitio para prestar la atención correspondiente.
Tan solo unos días después, el 22 de febrero, un varón murió arrollado sobre la autopista Puebla-Orizaba, a la altura del puente de Xonacatepec. La víctima intentó cruzar a la altura del kilómetro 133 con sentido de Puebla a Amozoc; desafortunadamente el ahora occiso quedó deshecho y a la llegada de los cuerpos de emergencia no hubo más que hacer, solo restó resguardar la zona para que elementos de la Guardia Nacional Sección Carreteras se encargaran de las diligencias de levantamiento de cadáver.
Otra persona fue arrollada y desmembrada sobre la autopista Puebla-Orizaba antes de llegar a la caseta de cobro de Amozoc, la madrugada del 17 de marzo. Aquella vez la víctima intentó cruzar de un lado al otro, pero por la obscuridad, un vehículo no alcanzó a distinguirlo y lo embistió en el kilómetro 139. No hubo detenido y tampoco se supo la identidad del fallecido.
La madrugada del 20 de abril, el cuerpo de un varón acabó destrozado, ya que tras haber sido arrollado, varios vehículos le pasaran encima sobre la autopista México-Puebla, a la altura de Santa María Coronango. En este caso fueron otros automovilistas los que reportaron que había una persona atropellada sobre la citada vía, a la altura del kilómetro 112+300 y era urgente que lo abanderaran, pues, al parecer, ya habían pasado varios autos sobre él.
Tras querer cruzar la mortal autopista Puebla-Orizaba, a la altura del parque industrial La Resurrección, el 5 de junio, un hombre de entre 40 y 50 años de edad, murió atropellado por un conductor que se dio a la fuga, ignorándose la identidad del culpable y del hoy occiso que vestía zapatos tipo industrial, pantalón color caqui y chamarra azul.
En tanto, el 18 de agosto, otro hombre murió embestido en su intento por cruzar la autopista México-Puebla, pero ahora a la altura del hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud. Aunque policías municipales que pasaban por la zona se detuvieron a tratar de ayudar, tras el arribo de paramédicos de Caminos y Puentes Federales (Capufe), se confirmó que la persona ya no tenía signos vitales; tampoco se ubicó al conductor responsable de este homicidio culposo.
Por último, el 18 de octubre, un hombre murió arrollado cuando intentaba cruzar la autopista Puebla-México a la altura del puente de “La María”, durante la madrugada; debido a que aún estaba obscuro, varios vehículos le pasaron encima y destrozaron el cuerpo, sin que se pudiera establecer la identidad de la víctima ni se ubicara al responsable.