A tres días de la emboscada y asesinato de un agente antisecuestros de la Fiscalía General del Estado, aún no se sabe el destino de la víctima plagiada ni de los delincuentes que, al menos dos de ellos, huyeron heridos tras el enfrentamiento con los ministeriales en calles de la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, la madrugada de lunes pasado.
La Fiscalía se limitó a informar que hasta el momento las investigaciones van avanzadas y pronto habrá resultados favorables, además de que a la familia de la víctima le están brindando el acompañamiento y apoyo necesario, refiriéndose al agente investigador acribillado, Cecilio N, quien dejó en la orfandad a un menor.
En las calles donde ocurrieron los hechos, es decir sobre la avenida Niños Héroes de la colonia Loma Bonita, las actividades se desarrollan de manera normal, se aprecia pasar de vez en cuando a personal de la Fiscalía que continúan haciendo diligencias e investigaciones.
De manera extraoficial, se sabe que hubo indicaciones del fiscal general que todo el personal de la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios participara en las indagatorias correspondientes, sin embargo, se encontraron con la limitación de que la misma Fiscalía Especializada en Investigación de Secuestro y Extorsión (FEISE) los ignora por querer esclarecer ellos mismos el caso.
Siempre se ha sabido que esta área investigadora de secuestros es un grupo muy cerrado que trabajada de manera sigilosa con el fin de evitar fuga de información y que de algún modo arruine sus operativos para el rescate de víctimas y la desarticulación de peligrosas bandas delictivas dedicadas a estos delitos de alto impacto, citó la fuente.
DEJA ESPOSA E HIJO
La fuente consultada reveló que Cecilio Ubaldo, de 29 años de edad, era licenciado en Criminología egresado en el estado de Tlaxcala, por lo que decidió ingresar hace 3 años a las filas de la Policía Ministerial.
Era casado y tenía un hijo de apenas año y medio que vio por última vez el pasado domingo, cuando se alistó para un operativo por la denuncia de un secuestro, sin imaginar que ya no regresaría a su hogar el agente apodado “Perry”.