Conocidos de Marco Antonio Gabriel González Alegría, juezprimero de lo civil en Puebla, calificaron al representante de lajusticia como un funcionario prepotente, agresivo y que toda lavida ha tomado como escudo la frase “a mí no me pueden hacernada porque soy juez”. Sobre los hechos del viernes pasado en loscuales se vio inmerso este funcionario, el Tribunal Superior deJusticia del Estado dijo no contar con una postura al respecto.
“Muchos jueces son muy pesados, pero él (González Alegría)es agresivo como lucido. Ya se había peleado con alguien más,es muy prepotente y todo el tiempo anda diciendo que no le puedenhacer nada porque es juez”, contó uno de los entrevistados.
Y es que incluso en la carpeta de investigación 9942/2007,consta un pleito que en diciembre de 2007, el juzgador protagonizócon uno de sus vecinos, un vendedor de comida rápida al cual,según el documento, lo amenazó de muerte. De acuerdo con lacarpeta, ese día el juez en estado de ebriedad y a bordo de sucamioneta iba llegando a su casa, de pronto se detuvo y le exigiócon groserías a un empleado del vendedor que le bajara a lamúsica.
El pleito subió de tono al grado que su vecino estuvo a puntode llamar a la policía, ante lo cual el juez respondió quellamara a quien quisiera pues incluso alardeó que políticos ledebían favores.
La noche del pasado viernes, su presunta arrogancia, prepotenciay agresividad, lo llevaron a estar en otro pleito por el cualterminó por perder una oreja.
Como este medio lo informó, los hechos se registraron en LaSilla, un restaurante ubicado en el número 507 de la avenida 43Poniente, colonia Huexotitla.
Ahí, según testigos, el juez junto con otras cinco personasmás, se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes; en una de lasmesas de a lado, había dos jóvenes acompañados con cuatromujeres, sin embargo, cuando estaban por retirarse GonzálezAlegría insultó a una de las cuatro féminas e intentómanosearla, ante lo cual los dos varones que iban con ella salieronen su defensa.
Fue así como la gresca se salió de control y uno de losinvolucrados terminó por morderle una oreja al juez, quien fuetrasladado al hospital Guadalupe donde más tarde se informó queel hombre había perdido por completo la oreja.
Los dos jóvenes que ahora se sabe son hermanos, fuerondetenidos y llevados a la Fiscalía General del Estado; más tarde,amigos de los asegurados indicaron que en realidad sólo uno deellos quedó detenido por morder al juez primero de lo civil dePuebla. Tras lo ocurrido este medio buscó una postura por partedel TSJ del Estado el cual informó no contar con una “por elmomento”.
