A un año del asesinato de la abogada Minerva Calderón Hernández en su domicilio del Fraccionamiento San José Vistahermosa, el presunto feminicida continúa prófugo, por lo que ayer desde Durango viajaron a esta ciudad poblana, los padres de la víctima para exigir justicia. "El mejor regalo que le pueden dar los padres de José Rodrigo es hacerlo responsable de sus actos", resaltaron los deudos acompañados de alrededor de 30 personas en un mitin afuera del hospital Ángeles.
Minerva Hernández y Marco Calderón, padres de la egresada de la IBERO (Facultad de Derecho), con maestría en la escuela Libre de Derecho y que estaba próxima a continuar con un Doctorado, pero que le arrebataron la vida de 70 puñaladas presuntamente por su ex compañero universitario e hijo de dos médicos pediatras del Hospital Ángeles, aseguran los declarantes.
Fue por ello que ayer, se dieron cita afuera del nosocomio, con la intención de exigir justicia a las autoridades ministeriales y pedir a los papás de José Rodrigo, que si saben dónde está, que lo entreguen para que responda como se debe.
“Nosotros no tenemos nada contra este hospital, acabamos de llegar desde Durango y al tener referencias que es el centro de trabajo de los padres del presunto responsable, nos presentamos aquí para exigir justicia a las autoridades y pedirles a los familiares que no lo protejan y lo entreguen; no pretendemos afectar a nadie, nos estamos manifestando pacíficamente y dentro de las garantías permitidas”, resaltaron.
Marco Calderón agregó: “hace unos momentos pasó el conductor de un automóvil VW tipo Pasat de reciente modelo y nos gritó que nos iba a demandar porque esto era una difamación; aclaro que solamente estamos pidiendo justicia y no venimos a afectar ni al hospital ni a personas directamente”.
Minerva fue asesinada el 21 de marzo de 2017, presuntamente por su amigo José Ricardo, quien a decir de los padres por las muestras de videos e investigaciones que ha realizado la Fiscalía General del Estado; él fue captado saliendo del domicilio de la mujer, corrió hasta donde dejó su vehículo, aún con el cuchillo en su mano y ensangrentado de la ropa, según los indicios encontrados también en los dos domicilios que han sido cateados.
Sin embargo, el presunto responsable hasta el momento sigue prófugo de la justicia y los deudos piden que nadie lo proteja “él no tiene modo de sostenerse por sí mismo, alguien debe estarle proporcionando alojamiento y comida; mejor entréguenlo”, puntualizaron.