Logra acuerdo reparatorio chofer de taxi ejecutivo asegurado por homicidio culposo

Mató a un trabajador en las instalaciones de Agua de Puebla, luego de que perdiera el control de su auto, se estrellara y derribara una barda

Paulina Gómez

  · miércoles 30 de octubre de 2019

Foto: Héctor González

Jesús N, conductor de taxi ejecutivo asegurado por el delito de homicidio culposo, obtuvo su libertad tras llegar a un acuerdo reparatorio con la familia de José N, el trabajador de Agua de Puebla muerto la tarde del pasado 23 de octubre, luego de que el taxista perdiera el control sobre el vehículo y se estrellara contra la barda de las instalaciones del organismo operador de agua potable en la zona de la Calzada Ignacio Zaragoza.

Fuentes cercanas a la Fiscalía de Puebla revelaron que el caso fue turnado a la Unidad de Medios Alternativos de Solución de la misma dependencia, luego de que las partes involucradas llegaran a acuerdo, situación por la que incluso no fue necesario judicializar el asunto, tal y como lo permite el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio en hechos culposos, como este accidente.

Los hechos se registraron la tarde del pasado 23 de octubre, casi 300 metros después de la incorporación de la autopista Puebla- Orizaba, donde Jesús N, al presuntamente ir a exceso de velocidad, perdió el control sobre el vehículo para después estrellarse contra una de las bardas de las citadas instalaciones.

Ante la colisión, el automóvil Volkswagen tipo Vento color arena, utilizado como taxi ejecutivo, quedó dentro del inmueble, donde embistió a dos trabajadores; solo uno de ellos sobrevivió mientras que otro pereció en el sitio, tratándose de José N, de 30 años de edad, el cual fue plenamente identificado por sus familiares que llegaron a la zona.

En tanto, el conductor y presunto responsable fue asegurado y puesto a disposición del agente del Ministerio Público. Sin embargo, con el paso de las horas, las partes decidieron llegar a un acuerdo reparatorio cuya cantidad no fue revelada.

Lo anterior evitó que el detenido fuera llevado ante un juez de control para así ser sometido a una serie de audiencias en la que se determinaría su situación, con el riesgo de mantenerse bajo la medida cautelar de prisión preventiva necesaria. No obstante, tal situación no llegó.