Monserrat Murrieta desapareció en San Juan Xiutetelco el 24 de febrero de este año, sus padres denunciaron el hecho en la Fiscalía de Teziutlán, pero lejos de ayudarles a encontrarla, fueron intimidados, amenazados y acosados.
Los padres de Monserrat, de 15 años, se vieron obligados a mudarse a la Ciudad de México, pues tras denunciar la desaparición de su hija fueron perseguidos por automóviles y recibieron llamadas para exigirles que olvidaran la búsqueda.
Acusaron que horas después de pedir respuestas en la Fiscalía de Teziutlán, fueron amenazados a vía telefónica.
En entrevista con este medio, denunciaron que la Fiscalía tardó dos semanas en realizar la ficha de búsqueda, así como una semana en activar la Alerta Amber, por lo que se perdieron las horas más importantes para encontrar a “Monse”, incluso, fueron ellos mismos quienes hicieron los carteles para buscar a su hija.
Las únicas respuestas que los padres de “Monse” han recibido de parte de la Fiscalía es que su hija “se fue con el novio”.
OTRA FAMILIA FUE EXTORSIONADA
Asimismo, Marcial no volvió a ver a sus hermanos Liliana y Sergio desde que recibieron una llamada de extorsión, obligándolos a trasladarse desde el municipio de Tehuacán a la ciudad de Córdova, Veracruz.
Marcial se presentó de inmediato a la Fiscalía en Tehuacán para denunciar el secuestro de sus hermanos, sin embargo, tanto en Puebla como en Veracruz le dijeron que la búsqueda y denuncia le correspondía al estado vecino.
El hermano de Liliana y Sergio Rueda Daniel acusó que las Fiscalías están coludidas con los delincuentes, pues él ha buscado todas las pruebas requeridas para encontrar a sus hermanos, encontrando videos que demuestran que fueron subidos a una camioneta contra su voluntad y aún así, las autoridades se niegan a agregar las pruebas a las carpetas de investigación.
El hombre acusó que las Fiscalías únicamente tienen el interés “de echarle el muerto al vecino”, pues no han visto que haya coordinación entre las dependencias, por lo que aseguró que su familia continuará por su parte buscando a sus consanguíneos, pero también exigió que los responsables de hacerlo “se pongan a trabajar”.
El entrevistado señaló que al comenzar a buscar las pruebas de la desaparición de sus hermanos, vieron que personas los seguían en camionetas y recibieron llamadas extrañas; “tenemos miedo, pero estamos cansados, si tiene que pasar algo más pues que pase, pero no nos vamos a detener”, dijo.