La mala planeación para un operativo cuyo objetivo era ejecutar varias órdenes de aprehensión contra integrantes de una peligrosa banda dedicada al robo de hidrocarburo y narcotráfico en los límites de Chignahuapan e Hidalgo, ha dejado al momento dos ministeriales muertos y 17 más heridos, dieron a conocer a este medio agentes que pidieron la gracia del anonimato.
Luego de la emboscada que sufrieron la madrugada del pasado viernes, exigen que el personal que encabece este tipo de operativos sea el mejor capacitado para evitar que se ponga en riesgo sus vidas.
Los quejosos aseguran que las muertes ocurrieron por la mala planeación del operativo y por la “pésima” forma en como fueron asignados los cargos de inspectores en la entidad.
La fuente consultada reveló que a cargo de dicho operativo estuvo el director regional de investigación Moisés, quien no es poblano y viene de haber laborado en otros estados, donde fue asignado por la Fiscalía General de la República (FGR), y por lo mismo, dice la fuente, desconoce las regiones y sus problemáticas.
El director Moisés se apoyó en el inspector de la región de Teziutlán, José, sin embargo, este último, tampoco cuenta con experiencia operativa, ni con un conocimiento a fondo de la región de Chignahuapan, en donde desde antaño operan peligrosas células de la delincuencia organizada.
“Hubo muchos errores en el operativo. Antes de que vayas a entrar a cualquier población se realiza trabajo de inteligencia, analizas las entradas y salidas, los puntos de riesgo y otros detalles del lugar. Además, siempre debes llevar un estado de fuerza suficiente, en este caso se realizarían tres cateos, por lo menos debías llevar cien elementos, incluso pudieron apoyarse en la Guardia Nacional y el Ejército, pero no lo hicieron, y solo dispusieron de 25 elementos para esas acciones”, resaltaron los entrevistados.
Los declarantes agregaron que el grupo que iba a realizar los cateos no conocía la región; esto, aunado a la mala planeación y el poco estado de fuerza, hizo que fueran superados durante la emboscada que cobró la vida del comandante y jefe de grupo Quiroga y del agente ministerial Rafael, conocido por sus compañeros como “Krusty”.
Cuando se desató la balacera, añadieron, Moisés resultó lastimado por una esquirla de bala, mientras que José salió herido de bala en un brazo; durante la refriega, ambos salieron del lugar como pudieron y abandonaron a su suerte a su personal.
Los declarantes hacen un llamado a sus superiores para que revaloren los cargos que han asignado y que en ellos coloquen a las personas más capacitadas, para evitar que sus vidas estén expuestas en operativos mal planeados.
Asimismo, piden mejor equipamiento, pues afirman que la vida útil de muchos de los chalecos balísticos que ocupan ha expirado, e incluso muchos agentes de nuevo ingreso no cuentan con armamento.
La fuente también reveló que entre otro de los mandos, aunque solo fue de apoyo, estuvo un comandante que también participó en otra acción similar pero el 13 de abril del año pasado en la población de Jolalpan, en la región de Izúcar de Matamoros. En esa ocasión, también fueron emboscados cuando iban a aprehender a un peligroso homicida; lamentablemente pereció el jefe de grupo Daniel, quien tenía 43 años de edad y 21 dedicados al servicio de la Fiscalía General del Estado.
Por lo anterior, es que piden a sus superiores analizar los errores que hubo para que no vuelva a ocurrir un hecho similar.
En cuanto al ataque en Chignahuapan, trascendió que ya había dos personas detenidas como presuntos responsables de la agresión contra los ministeriales, sin embargo, hasta el momento la Fiscalía de Puebla señaló a este medio que todavía no tiene información precisa para darla a conocer.