Una presunta confusión por parte de agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) derivó en que un joven campesino del municipio de Acatzingo esté preso, al parecer, de manera injusta, pues desde hace más de tres años que se encuentra en una celda del penal de San Miguel a la espera de que se le juzgue por un delito que según sus familiares, no cometió.
En entrevista para El Sol de Puebla el señor Eulogio afirmó que su hijo es inocente pues además de ser un campesino honrado, fueron las autoridades las que se equivocaron de persona ya que el sujeto cuyo nombre aparece en la orden de aprehensión librada por un juez el 8 de octubre de 2018 y cumplimentada el 4 de diciembre de 2019, no es su hijo sino otro residente de la misma población.
De acuerdo con la información contenida en una copia de la credencial de elector del hoy detenido y de la orden de arresto a la que los agentes investigadores dieron cumplimiento, este medio hizo una comparativa y constató que hay un error pues el nombre que aparece en la orden judicial es Antonio G. L., mientras que la identidad del detenido es José Antonio L.R
Aunque el sujeto buscado por las autoridades ministeriales sospechoso de ser coautor material del delito de secuestro cometido en agravio de un taxista que el 22 de abril de 2018 aceptó hacer un viaje del Estado de México al municipio de Acatzingo, vive en la misma localidad que el hoy asegurado y cuya familia señala es inocente, no cuentan con el mismo domicilio.
Lo anterior también se exhibe en los datos contenidos en la orden de aprensión por la carpeta administrativa 1465/2018/Puebla, y la copia de la credencial de elector del inculpado.
Debido a estas anomalías, el padre del varón que se encuentra encarcelado en el penal de San Miguel decidió buscar un abogado para demostrar que la identidad de su hijo no corresponde a la que busca la Fiscalía de Puebla, sin embargo asegura que es la fecha en la que no les han querido aceptar dichas pruebas.
Incluso acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para acusar estas violaciones y con ello buscar el apoyo del organismo estatal pero a decir del entrevistado, ahí solo recibieron una negativa pues les dijeron que eso tenían de haberlo hecho desde el principio y no ahora.
Por lo anterior, ante la falta de interés de las autoridades para aclarar el asunto y con el objetivo de que el próximo 23 de marzo a las 9 de la mañana en el Centro de Justicia Penal de Puebla no se cometa una injusticia en el juicio oral por este caso de secuestro, la familia del asegurado decidió hacer públicas las inconsistencias y el aparente error que han cometido los agentes investigadores.
EL SECUESTRO DEL TAXISTA
Consta en la carpeta de investigación que el día 22 de abril la víctima, un hombre originario de Ajalpan, Puebla, con residencia en el Estado de México aceptó trasladar a una pareja de supuestos novios de alrededor de 28 años de edad hacia el municipio de Acatzingo en el estado de Puebla.
Aunque aparentemente todo iba bien y el taxista concretó el viaje en el punto de destino, después ya no se supo más de él; más tarde la pareja sentimental de la víctima recibió llamadas de exigencia de rescate por 100 mil pesos, situación que le fue comunicada a los hijos del varón.
Luego de un proceso de negociación se pactó una primera entrega por la cantidad de 5 mil pesos que debía ser depositada a una cuenta bancaria, sin embargo, desde ese día ya no se supo más del paradero del taxista de quien no se ha precisado si ya fue o no localizado.
Tras los hechos la Fiscalía de Puebla inició la carpeta de investigación correspondiente donde se aportaron indicios obtenidos en entrevistas, análisis de telecomunicaciones e inspecciones, actos que permitieron identificar a un presunto responsable en la junta auxiliar de San Sebastián Villanueva en Acatzingo.
Y es que de acuerdo con las indagatorias, la cuenta bancaria a la que se hizo el depósito se encuentra a nombre de Antonio G. L., con domicilio en la referida localidad, desde donde también se hicieron las llamadas de exigencia de rescate.