En el 2020, una mujer asesinó a golpes a su bebé de un año y cuando pretendía hacerlo pasar como una infección estomacal, un vecino descubrió que la niña presentaba múltiples lesiones. Tres años y 5 meses después, la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres, le dictó 20 años de prisión y calificó el hecho como homicidio en razón de parentesco, no como un feminicidio infantil.
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En conferencia de prensa, la titular del organismo, Margarita Garcidueñas Cuellar, informó que el 18 de diciembre del 2020, la Fiscalía recibió una llamada de la Policía Municipal de Ocoyucan, reportando que en la colonia Tlacaélel había fallecido una niña de 1 año y 5 meses. La intención de la madre de la niña, María Dolores N., era velarla con la versión de que tuvo una infección en el estómago, sin embargo, la bebé tenía múltiples golpes en el rostro, así como el cuerpo.
La Fiscalía comenzó las investigaciones correspondientes, según Garcidueñas Cuellar, con perspectiva de género. Además, se hicieron actos de levantamiento de cadáver, el procesamiento del lugar, entrevistas, informes policiales y dictámenes de necropsia. Con todo esto, se concluyó que la causa de muerte fue edema cerebral, traumatismo encefálico, toráxico y abdominal.
Las lesiones fueron resultado de contusiones múltiples, además, la menor de edad registró signos del niño o niña maltratada. Con los actos de investigación, se logró acreditar que el 17 de diciembre del 2020, la madre estaba con la infancia en su casa, pero la mujer, golpeó con sus puños a la bebé en todo su cuerpo.
Fueron más de 32 lesiones las que le provocaron la muerte. Al día siguiente, María Dolores, pidió apoyo a vecinos y les aseguró que su hija murió por una infección. No obstante, la Fiscalía determinó que estaba involucrada, la vincularon a proceso y le dictaminaron prisión preventiva oficiosa. El 22 de abril de este año, se le dictó sentencia condenatoria por el delito de homicidio en razón de parentesco, no feminicidio infantil o infanticidio.
La mujer, tendrá una pena de 20 años de prisión, el pago de 86 mil 880 pesos por daño moral y una multa de 434 pesos respecto al delito de lesiones.
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El Sol de Puebla ya había dado a conocer que, el hecho se descubrió luego de que un vecino, sabedor de que la familia es de escasos recursos, decidió donar el ataúd para la pequeña, pero al ver el cuerpo tenía visibles huellas de violencia física, no dudó en dar aviso a las autoridades policiacas y ministeriales.