La justicia federal negó el amparo promovido por el expolicía municipal de Puebla acusado de violar a una mujer, quien el pasado 30 de enero fue detenida junto con su hermano, su esposo y dos amigos, por ingerir bebidas embriagantes en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Ahora se sabe que el estacionamiento subterráneo, ubicado a unos pasos de la plaza de La Victoria, fue donde el acusado perpetró la agresión sexual.
Aunque inicialmente el reporte policiaco señalaba que el día de los hechos, la víctima se encontraba en compañía de un grupo de conocidos, ahora se tiene conocimiento que en realidad estaba con las personas descritas a bordo de un automóvil.
De acuerdo con lo asentado en la carpeta de investigación, aquel día, cerca de las 23:00 horas, uniformados municipales a bordo de tres patrullas llegaron al sitio, donde descubrieron que la mujer y las demás personas al interior del vehículo ingerían bebidas embriagantes; les encontraron tres botes de “J. Daniels” y “Caribes”, por lo que, los entonces policías municipales les indicaron que esa cantidad de alcohol era suficiente para remitirlos ante el Juez Calificador.
Al verse acorralados, los infractores le solicitaron “ayuda” a los oficiales, quienes al final les exigieron la cantidad de mil pesos a cada uno de los asegurados, a cambio de su libertad.
Sin embargo, los detenidos al no contar con dicha cantidad, ofrecieron a los uniformados, un perro de la raza American Bully, cuyo valor en el mercado es de entre 10 y 12 mil pesos, de tal forma que los involucrados llegaron al acuerdo de ir por el can, a un domicilio ubicado en la ciudad.
Lejos de llegar al punto de reunión, Daniel Iván N, quien iba solo con la ahora denunciante, se desvió del camino para dirigirse al estacionamiento subterráneo que se encuentra a un lado del monumento a la Victoria del 5 de Mayo, precisamente en la plaza cívica de La Victoria.
En ese lugar, el prófugo de la justicia le preguntó a la agraviada que qué más le podía dar, a lo que ella le ofreció 300 pesos en efectivo, sin embargo, el entonces policía municipal le indicó que él no quería ni el dinero ni el perro, ya que en realidad deseaba pasar un rato con ella.
Fue así como Daniel Iván, a decir de la víctima, la jaló de los cabellos para después someterla y violarla. Aunque la mujer trató de defenderse, el sujeto la amenazó de muerte.
“Déjate o te meto un tiro en la cabeza, nadie sabe dónde estás”, fueron las palabras que, de acuerdo con la denuncia, el ex uniformado lanzó contra la agredida, quien al final fue llevada a su domicilio por el mismo acusado. Incluso, el dictamen en psicología concluyó que la agraviada presentó los indicadores emocionales de miedo, tensión, presión impotencia y amenaza, es decir, una afectación emocional.
Tras lo ocurrido, dos policías municipales fueron asegurados y vinculados a proceso, por el delito de cohecho y encubrimiento, mientras que Daniel Iván, señalado de la violación, aún no ha sido localizado.
Pese a que este exuniformado municipal el 11 de marzo tramitó un amparo por medio de sus abogados ante el Juez Quinto de Distrito en Materia de Amparo Penal, esta autoridad resolvió no amparar ni proteger a Daniel Iván N, por lo que la orden de arresto en su contra sigue vigente.