“Ni soy huachicolero, ni me apodo El Cachetes… me fabricaron un chaleco a la medida y para incriminarme para satisfacer interés políticos, las autoridades de ese tiempo me sembraron drogas y armas a través de la Fiscalía General del Estado… de todo lo cual salí bien librado jurídicamente y tengo cédula de víctima…” reveló el empresario gasolinero Othón M. B., a través de un comunicado que emitió este día, tras romper el silencio desde su aprehensión el 20 de agosto de 2017.
Aseguró que se encontraba bajo sometimiento de las autoridades, temía a represalias y prefería salvaguardar la integridad de su familia pero resaltó “¡Ya basta!”
En el comunicado de una cuartilla, culpa a las autoridades de ese momento y agrega que lo utilizaron de botín político, pese a que estuvo presente la Marina, durante su aprehensión, esa instancia nunca intervino y solamente el personal de la Fiscalía, resalta, para justificar su acción le sembró armas y drogas.
Señaló que tras el arbitrario operativo, el agente del Ministerio Público Ehécatl Antonio Herrera de la Cruz fue vinculado a proceso por no haber acatado un mandato federal para la suspensión de dicha acción violatoria.
LA DETENCIÓN DE OTHÓN
Cabe recordar que Othón Muñoz Bravo fue detenido la madrugada del 20 de agosto de 2017 tras un operativo en el que participó la Marina y la Policía Ministerial del Estado; lo anterior en tres inmuebles propiedad del empresario gasolinero: uno en la zona residencial Haras, otro en el Fraccionamiento El Cristo en Atlixco y uno más en Lomas de Angelópolis, donde finalmente lo aseguraron acusado de poseer armas de uso exclusivo del Ejército y estupefacientes.
Ante eso, Othón fue llevado a audiencia y tras ser vinculado a proceso, el agente del Ministerio Público del fuero común consiguió que se mantuviera la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.
En octubre de 2017 su defensa legal logró que siguiera su proceso penal en libertad luego de que obtuviera la modificación de la medida cautelar mediante el pago de una garantía de un millón de pesos, así como la firma periódica.
Medios nacionales revelaron esta semana que un juez federal sentenció al inculpado a pasar 3 años y 10 meses de prisión y una multa de 6 mil pesos, la cual fue conmutable por una cantidad no revelada, por lo que ya no volvió a pisar la cárcel.