Las órdenes de aprehensión giradas en contra de Mario Marín, Kamel Nacif y Adolfo Karam, podrían quedar sin efecto o negadas por las autoridades federales, ya que tras al amparo concedido a estos personajes acusados de orquestar la tortura cometida en agravio de la periodista Lydia Cacho, la decisión de continuar o recular las órdenes concedidas inicialmente, quedaría en manos de la magistrada que las libró.
Un artículo redactado por la organización Artículo 19 y publicado a través del periódico El País, señala otra situación coyuntural en el caso, y se trata del hecho de que los supuestos involucrados en una red internacional de explotación sexual de niñas y niños promovieron juicios de amparo contra las órdenes de aprehensión, alegando la existencia de violaciones procesales y la falta de pruebas en su contra.
Entre esas violaciones procesales se señalaron o se hizo mayor énfasis en los audios de las supuestas llamadas telefónicas entre el exgobernador del estado de Puebla Mario Marín y el llamado rey de la mezclilla, Kamel Nacif, que se hicieron públicas en 2006. En ese sentido, según la publicación, la defensa de los aún prófugos de la justicia, alega fueron obtenidas de manera ilegal.
Incluso, se indica que los audios de dichas llamadas no fueron incorporados al expediente ya que se expuso que estos fueron filtrados a los medios de comunicación y se hicieron públicas, en lugar de que hubieran sido obtenidos mediante una orden judicial para poder interceptar comunicaciones, incluso se ha adelantado que el Tribunal podría ordenar excluir esa evidencia del proceso.
Es así como se está a la espera de la decisión que podría tomar una magistrada del Tribunal de Quintana Roo y conocer si podría haber o no justicia para la periodista y escritora poblana autora del libro Los Demonios del Edén: el poder detrás de la pornografía infantil, trabajo por el que la también activista fue detenida y torturada en diciembre de 2005.