Entrevistas realizadas por diferentes instancias a la periodista Lydia Cacho, quien en cada una de ellas acusó los actos de tortura que se cometieron en su contra tras ser detenida en diciembre de 2005 por calumnia y difamación, forman parte de las pruebas que la magistrada María Elena Suárez Préstamo, titular del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito de Quintana Roo, consideró para liberar las órdenes de arresto en contra de Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla y otros personajes involucrados en los abusos de los que fue víctima la escritora del libro Los Demonios del Edén.
Lo anterior consta en el expediente del caso, en la versión pública, mismo en el que se asienta que el juez Segundo de Distrito en Quintana Roo, Gerardo Vázquez Morales, a quien en primera instancia se le solicitaron las órdenes de arresto, desestimó las pruebas presentadas por el agente del Ministerio Público ya que a su consideración no se pudo comprobar por medio de diversas periciales, que se hayan cometido los actos de tortura reclamados, tal y como lo establece el Código Penal Federal.
Por tal motivo, el jurista se pronunció imposibilitado para conceder las órdenes de aprehensión contra el expriista y el resto de los acusados.
Sin embargo, para el Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito de Quintana Roo, fueron suficientes y creíbles las evidencias integradas por la representación social, por lo que giró las órdenes de captura en contra de los denunciados.
Fue así como en el Estado de México, el 15 de abril de 2019 se logró la detención de Juan N., quien fuera jefe de Mandamientos Judiciales de la entonces Procuraduría General de Justicia de Puebla en 2005, cuando se ejecutó la orden de aprehensión contra la periodista Lydia Cacho.
Hoy, a pesar de los diversos amparos y suspensiones concedidas a favor del exgobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, no solo continúa vigente su orden de aprehensión, sino que también existe una ficha roja de la Interpol para su captura, mientras que otros de los acusados, de igual manera, no han podido ser localizados y detenidos.
Es de recordar que el 16 de diciembre de 2005, Lydia Cacho fue detenida por la entonces Policía Judicial de Puebla en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, afuera del Centro Integral de Atención a la Mujer y sus Hijos A.C. (CIAM), para luego ser trasladada por carretera hacia la capital poblana, donde se perpetraron los abusos en agravio de la periodista que a través de su libro Los Demonios del Edén exhibió la presunta participación de empresarios y políticos en asuntos de pornografía infantil.