Margarito N, de aproximadamente 65 años de edad, habría ocultado las diversas llamadas que el hermano de Rosa María N, de 64 años, le realizó a la hoy occisa antes de que fuera encontrada muerta al interior de su domicilio en la colonia Gonzalo Bautista, donde las autoridades ministeriales también encontraron una playera llena de sangre en el lavabo.
Aunque el taxista continúa siendo el principal sospechoso del asesinato de la mujer de la tercera edad, al momento, el sujeto únicamente enfrenta el delito de encubrimiento u obstaculización de la información para desviar la investigación.
La tarde de ayer, Margarito N, quien fuera pareja sentimental de la víctima fue llevado ante los tribunales locales en el Centro de Justicia Penal de Puebla, donde se realizó la audiencia de control de detención a fin establecer si el arresto del acusado se hizo conforme a derecho.
Durante la exposición de la agente del Ministerio Público se precisó que el trabajador del volante fue detenido la madrugada del 9 de febrero en el Andador Jesús Castillo a la altura del edificio 242 de la unidad habitacional Rivera Anaya, cuando descendía de su unidad de trabajo, un vehículo Nissan Tsuru color negro con amarillo, tipo taxi con canastilla en la parte alta.
Lo anterior, debido a que familiares de Rosa María N, indicaron a las autoridades ministeriales que el taxista podría tener mayor información sobre el caso, ya que desde hace 20 años sostenía una relación sentimental con Rosa.
De igual manera, se reveló que el hermano de la víctima le llamó a Margarito para preguntarle sobre la sexagenaria ya que esta no contestaba su teléfono e incluso después sonaba apagado, aunado a que la mujer no llegó por su madre a la cual cuidaba los fines de semana.
Al ser cuestionado por el hermano de la mujer, el investigado en ese momento indicó que había salido a comer con Rosa, pero después la llevó a su domicilio en la colonia Gonzalo Bautista sin saber más de ella, solo que saldría a comprar unas cosas.
Sin embargo, el hermano de Rosa al no ubicar a su consanguínea, decidió pedir ayuda a las autoridades ministeriales, quienes buscaron al taxista, el cual, al ser nuevamente cuestionado por los agentes estatales de investigación sobre el paradero de la mujer, negó saber de ella refiriendo, incluso, que no recordaba cuándo había sido la última vez que la vio.
En ese instante, el hermano de la hoy occisa confrontó al trabajador del volante diciéndole que él, horas antes había admitido haber salido a comer con Rosa, incluso se reveló que el teléfono de la víctima fue encontrada en un mueble cercano a la televisión, en la habitación de la víctima, sin embargo, este se encontraba encendido, pero sin ningún registro de las llamadas que le realizó su hermano.
Asimismo, se dio a conocer que en la escena del crimen se halló una playera llena de sangre y sobre el lavabo.
Pese a que la Fiscalía de Puebla no ha indicado la posible partición del detenido en el asesinato de Rosa María, quien fue hallada muerta sobre su cama y con golpes en el rostro la noche del sábado pasado, la representación social sí le imputó el delito de encubrimiento u obstaculización de la información para desviar la investigación.
Además de lo anterior, luego de los argumentos presentados por la agente del Ministerio y la defensa particular del taxista, la juez de la causa decretó de legal el arresto del imputado, ordenando el traslado del mismo al penal de San Miguel bajo la medida cautelar de prisión preventiva necesaria mientras se define su situación jurídica ya que el detenido solicitó plazo de 72 horas para que se resuelva si será o no vinculado a proceso por obstaculizar el trabajo de las autoridades.
No obstante, se espera que en próximos días, la Fiscalía de Puebla también le impute al sospechoso, el delito de homicidio.
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