Un conocido de la familia es el principal sospechoso del asesinato de Gloria N, de 67 años de edad, la mujer ultimada durante un presunto robo a casa habitación en la Segunda Sección de San Ramón, donde incluso las autoridades ministeriales colocaron sellos de la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios.
Fuentes extraoficiales revelaron a El Sol de Puebla que la víctima trabajaba como empacadora o “cerillito” en un supermercado; ante la pandemia, dejó de laborar para quedarse en casa, donde vivía con su hija de aproximadamente 40 años de edad.
A decir de las fuentes consultadas, los hechos ocurrieron el pasado viernes. Aquel día, la hija de Gloria salió a trabajar, sin que se precisara dónde, de tal forma, que la hoy occisa habría quedado al cuidado de una amiga de la hija.
Sin tener que forzar alguna de las chapas, el presunto responsable ingresó a la vivienda que se localiza en la Segunda Sección de San Ramón, donde ultimó a Gloria para luego presuntamente apoderarse de un televisor y mil pesos. Cometidos los hechos, el sujeto de unos 45 años de edad, de complexión delgada y tez morena, huyó del lugar.
Fue por la noche, al regresar de trabajar, cuando la hija de la víctima descubrió a su madre sola y sin vida, por lo que pidió el auxilio de los vecinos, quienes llamaron a los cuerpos de emergencia.
Policías municipales, paramédicos y agentes ministeriales se trasladaron al lugar, donde en primera instancia los agentes del municipio anotaron que la víctima al parecer había muerto por una caída, sin embargo, conforme avanzaron las indagatorias, se estableció que se había tratado de un crimen.
Incluso tras la necropsia de ley, a decir de las fuentes, se determinó que la mujer de la tercera edad fue apuñalada. Por lo anterior, la Fiscalía de Puebla colocó sellos de la dependencia en la puerta del domicilio donde todo ocurrió.
Aunque algunos vecinos dieron inicio a una colecta para apoyar a la hija de Gloria, al final, la mujer recibió el apoyo de la Fiscalía General del Estado para los gastos de defunción, sin embargo, algunos colonos no duraron en entregar un apoyo económico a la doliente.
La noche del martes, una vez que el cuerpo de Gloria le fue entregado a su hija, fue velado en una funeraria para finalmente darle cristiana sepultura.
