En medio de su necesidad por las bajas ventas y la pandemia por Covid19, una comerciante junto con 50 compañeros más, solicitó un préstamo de 20 mil pesos a un particular que solo le cobraría el 2 por ciento de interés mensual, sin embargo, el ya denunciado ante la Fiscalía de Puebla, no respetó el acuerdo y elevó el interés al 25 por ciento; hoy una de las afectadas acusa haber sido golpeada y amenazada de muerte por parte de sujetos colombianos que fueron enviados a su domicilio por parte del prestamista, quien alardeó de tener familiares y la protección del gobierno estatal.
Repartir volantes, gancho para captar víctimas
La víctima, de 37 años, narró ante el agente del Ministerio Público de la Fiscalía de Investigación Metropolitana que fue a mediados de enero del presente año, cuando un grupo de personas llegó a su centro de trabajo en la ciudad de Puebla para repartir volantes en los que se ofrecían préstamos de hasta 50 mil pesos.
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Para acceder a los mismos, sólo se requería una credencial de elector y comprobante domiciliario, sin necesidad de consulta en el buró de crédito, ni solicitar referencias comerciales, y solo con pagos semanales de 800 pesos incluido el interés.
Luego de que la oferta le pareciera atractiva, el día 24 de enero la comerciante decidió llamar al número telefónico que aparecía en el volante, fue así como le contestó un sujeto que dijo ser licenciado en Administración de Empresas y Finanzas, el cual le afirmó que le prestarían el dinero, pero para ello debía juntar a un grupo de personas que también estuvieran interesadas en el préstamo.
Tan solo unos días después, ella y 50 comerciantes más fueron atendidos por un hombre que dijo llamarse Antonio Gabriel N, quien, en lo particular, a la denunciante le prestó 20 mil pesos con un interés del 2 por ciento mensual a pagarse en 40 semanas con abonos de 800 pesos semanal.
A la mujer y a sus compañeros con préstamos similares los hicieron firmar pagares en los que se estableció de conformidad por ambas partes, un interés del 2 por ciento. Después de ello, según consta en la denuncia, el sujeto les dijo que les llamaría para avisarles quién pasaría a cobrar, a lo cual los comerciantes le pidieron mejor entregarle el dinero o los abonos de manera personal.
Es así como los citaba en Plaza Mayor ubicada en la Calzada Zavaleta y Recta a Cholula en la zona de la explanada, donde les recibía el dinero y los apuntaba detrás del pagaré el abono o a veces les daba recibos.
Prestamista sube de 2 a 25% intereses
La quejosa refirió ante las autoridades que en su caso ya terminó de pagar su préstamo, pero los últimos dos pagos no se los quisieron recibir porque ahora ya debía más dinero pues el interés era del 25 y no del 2 por ciento como se había pactado. Ante esta situación, la víctima y sus demás compañeros fueron a buscarlo a la citada plaza, donde no les permitieron el acceso y les dijeron que no lo conocían, a pesar de que lo vieron “entrar y salir como se le daba la gana”.
Posterior a ello, varios sujetos armados de origen colombiano llegaron a la casa de la agraviada para cobrarle, golpearla y amenazarla de muerte.
“Ya fui visitada tanto en mi casa como en inmediaciones de mi trabajo por unos sujetos que dicen ser colombianos, tienen aspecto de centroamericanos y acento extranjero, se metieron a las nueve de la noche a mi casa con armas de fuego y me dijeron que, si no continuaba con mis pagos semanales hasta cubrir mi préstamo con el 25 por ciento de interés, me matarían a mí o a uno de mis familiares, que no me hiciera pendeja”, narró la mujer ante las autoridades.
Continúa la afectada: “al decirles que ya estaba pagado el préstamo, que el interés era del 2 y no del 25 por ciento, me votaron el pagaré en mi cara y me dijeron que lo viera bien que era el 25 y les contesté que lo habían falsificado porque el señor había firmado con el 2 por ciento entonces me dieron dos cachetadas y me dijeron que si no pagaba, por lo menos me iban a dar una madriza o me matarían, o a uno de mis hermanos. Mis vecinos llamaron a la policía y nadie llegó, jactándose estos sujetos que estaban protegidos por la policía y gente del gobierno”, contó la comerciante.
Después de lo anterior, la denunciante optó por llamar a Antonio el cual no contestó hasta que fingió solicitar un préstamo, en ese instante la mujer le dijo que lo denunciaría a lo cual él 7respondió que hiciera lo que quisiera.
“Me dijo que hiciera lo que quisiera pinche vieja muerta de hambre, que el gobierno lo protege, pues su familia está en la Fiscalía, así que por aquí presentaba una denuncia, me daban un levantón. En el Tribunal Superior de Justicia está su hermano, el licenciado Alfredo N, trabaja ahí y este señor Antonio Gabriel dijo que él también era su abogado, tan solo en el año 2012, Alfredo fue secretario del Juzgado Quinto de lo Civil de Puebla”, explicó la quejosa, quien teme por su vida y la de sus familiares, ante lo cual, pide la ayuda del gobernador de Puebla para que intervenga en el caso.
Al igual que la hoy denunciante, se espera que, en próximos días, 50 personas más presenten las denuncias correspondientes por hechos similares de amenazas, extorsión y lo que resulte.
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