“Qué tiene que hacer una vieja aquí”, es la historia de la forense Elia Cristina

“Qué tiene que hacer una vieja aquí, una mujer no tiene nada que hacer a las tres de la mañana en un levantamiento de cadáver, estos puestos son para hombres”, son los señalamientos a los que durante varios años y por su calidad de mujer, se tuvo que enfrentar Elia Cristina Quiterio Montiel, actual directora del Servicio Médico Forense del Poder Judicial del Estado de Puebla, y quien en el marco del Día Internacional de la Mujer, en entrevista para El Sol de Puebla, admitió que ha crecido el número de mujeres muertas por distintas causas, volviéndose un tema que no solo debe preocupar sino también ocupar para tratar de combatirlo.

Quiterio Montiel, de 60 años de edad, doctora en Investigación y Desarrollo de Ciencias Forenses pero también maestra en Criminalística y Medicina Forense, a lo largo de su carrera (32 años), se ha dedicado a demostrar que en un “mundo de hombres”, también las mujeres pueden.

Sin interesarle las críticas, los señalamientos o incluso las amenazas recibidas, Elia Cristina ha seguido adelante, ya que lo anterior en vez de hacerla claudicar, la ha impulsado a no abandonar el trabajo que tanto ama; consideró que dichos ataques solo son muestra de que está haciendo bien su trabajo.

Incluso su labor en todo este tiempo y en diferentes puntos de la República, le ha valido para ganar premios como la estatuilla Eva, otorgada por parte de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra); la medalla al mérito criminológico Alfonso Quiroz Cuarón en Ciudad Juárez, Chihuahua, por la Sociedad Mexicana de Criminología, y el más reciente, el reconocimiento Benjamín A. Martínez, entregado por la Academia Mexicana de Criminalística por sus veinticinco años como investigadora.

Sin embargo, más allá de la profesionista con múltiples logros, Elia Cristina se enfrentó a un reto todavía mayor, el de empatar su trabajo con su hogar, cuyos motores han sido tres hijos.

Guardias de 24 horas, ir por sus pequeños mientras había un llamado para el levantamiento de un cadáver, entre otras cosas, era parte de la rutina de Quiterio Montiel, quien para poder sobrellevar esta situación, en muchas ocasiones tuvo que llevarse a sus pequeños a sus centros de trabajo.

“Tengo tres hijos, desde que eran pequeños les decía: ‘ni modo, es la mamá que les tocó’, incluso los llevaba a los levantamientos de cadáveres. Las necropsias se hacían en el panteón municipal y les decía: ‘ahí sentaditos en la banca’, hasta que terminaba la necropsia. Cuando llegaba la hora de ir a recogerlos a la escuela, pasaba rápido por ellos y me los llevaba a los servicios, ya que no podía dejarlos esperando, en ese entonces era muy difícil comunicarse, solo había beeper”, contó la entrevistada, quien agradeció a sus hijos, la paciencia y comprensión para con ella.

Ahora, dos de esos tres pequeños, un hombre y una mujer, siguen los pasos de su madre ya que decidieron convertirse en abogados y especializarse en áreas como criminalística, grafoscopía y victimología.

Elia Cristina, considera que es momento de que las mujeres se ayuden entre mujeres, de despertar y divulgar un sentido de autocuidado, de no callar y pedir ayuda cuando se requiera, capitalizar el esfuerzo de otras mujeres.

Como el de las 146 obreras textiles que murieron dentro de una fábrica por un incendio provocado en represalia a la huelga que habían declarado para denunciar las condiciones de trabajo en Nueva York, el 8 de marzo de 1857. En este sentido, la entrevistada, admitió que año con año ha crecido el número de mujeres muertas, por cuestiones de violencia, de salud, de abandono, entre otras.

Tan solo en un estudio que realizó durante todo un año, se pudo dar cuenta que la mayoría de la mujeres que pierden la vida son de extremo a extremo, de 80, 90 y hasta 95 años de edad, mientras que del otro lado, hay niñas, menores de edad.

Lo anterior, indicó, merece ser atendido, estudiar las causas y combatir el índice de mortandad de mujeres, pues “la muerte es la única que no distingue y jala parejo”, concluyó la especialista.