En medio de un convoy de unidades de la Guardia Nacional (GN), luciendo un rostro sonriente, es como la madrugada de este miércoles arribó a su domicilio el exgobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, quien en 2005 fue acusado del delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, sin embargo, tras obtener un cambio de medidas cautelares, logró arraigo domiciliario y así continuar su proceso desde su casa.
De acuerdo con la información compartida a este medio, fue ayer martes a las 23:30 horas, cuando se ejecutó o se dio cumplimiento a lo ordenado por la jueza segunda de Quintana Roo, Angélica del Carmen Ortuño Suárez, quien otorgó al exmandatario estatal la medida de arraigo domiciliario a cambio de la prisión preventiva, mediante una exhibición económica de 100 mil pesos y la prohibición de salir del país.
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Fue así, bajo la custodia de tres patrullas y una ambulancia de la Guardia Nacional, como inició el traslado de Marín Torres del penal del Altiplano en el Estado de México a Puebla.
Después de más de cuatro horas, a las 3:57 horas de este miércoles, el exfuncionario llegó a su vivienda en el fraccionamiento Residencial San Ángel, ubicado en la colonia San José Xilotzingo en la capital poblana.
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Aunque la intención de los agentes federales era bajar a Marín Torres afuera del fraccionamiento, ante la presencia de los medios de comunicación, decidieron subir al acusado a la ambulancia de la GN y por medio de ella ingresarlo a su domicilio, junto el resto de las patrullas de la citada corporación.
A pesar del dispositivo de seguridad que fue implementado para evitar acercarse al exgobernador poblano, este medio captó a Marín Torres con el rostro sonriente, con un aspecto tranquilo y vistiendo sudadera y pants negro.
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De esta forma, con un brazalete con rastreador satelital o GPS, y acompañado tanto por sus familiares como por aparentemente sus abogados, el hombre originario de la localidad de Nativitas Cuautempan, perteneciente al municipio de Coyotepec, ya duerme en su casa de la ciudad de Puebla, desde donde estará pendiente de su proceso penal y a la espera de una sentencia condenatoria o absolutoria por las acusaciones que enfrenta de la autora del libro “Los Demonios del Edén”, en el que se exhibe una red de pornografía infantil y en el cual se involucra a Mario Marín Torres, así como a otros personajes de la vida pública y política.