Este domingo, un año y cuatro meses después de que permaneciera en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 14 de Gómez Palacio, Durango, Eukid N., exdiputado federal morenovallista logró regresar al penal de San Miguel.
De forma preliminar, fuentes cercanas al caso señalaron que todo derivó de una supuesta denuncia por actos de tortura cometidos en agravio de Eukid Castañón, sin que se precisaran más datos.
Se espera que en próximos días alguna autoridad se pronuncie al respecto y precise el motivo del regreso de Eukid al Cereso de donde se le trasladó luego de que se le señalara de supuestamente incitar a un amotinamiento.
Lo aseguran por extorsión y le suman dos cargos
El 18 de marzo de 2020, Eukid fue detenido por agentes ministeriales luego de que sobre él pesara la acusación del delito de extorsión, ante lo cual fue llevado al Complejo de Seguridad Pública (C5) y posteriormente a audiencia.
Al día siguiente, el 19 de marzo, un juez de control decidió vincularlo a proceso e imponerle la medida cautelar de prisión preventiva necesaria, por lo que fue enviado al penal de San Miguel.
Para el 8 de junio del mismo año, el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta informó que había sido vinculado a proceso, ahora por uso de recursos de procedencia ilícita, y de igual manera, seguiría en prisión preventiva por este hecho.
Finalmente, el 8 de julio se le sumó una tercera acusación a Eukid N, ahora por el delito de amenazas cometidas en contra de la regidora de Atlixco, Julieta Camacho Mata, por lo que incluso la Fiscalía General del Estado de Puebla radicó una tercera carpeta de investigación en contra del exdiputado federal panista, trasladado al penal de Tepexi de Rodríguez, después de que se presumiera que trató de incitar a los reos a un motín.
El 30 de enero de 2022, el acusado fue recluido en el Cefereso de Durango, donde a través de su abogado interpuso diversas quejas por tratos inhumanos lo cual derivó en el trámite de recursos para que fuera devuelto al penal de Tepexi de Rodríguez, donde ya había solicitado regresar al Cereso de San Miguel.
Tras un cambio de defensa los asuntos ya no avanzaron y Eukid permaneció en Durango. Aunque no precisamente logró su libertad, al igual que otros políticos detenidos durante el barbosismo, logró un beneficio.
Actualmente cuenta con una sentencia de 7 años 6 meses de cárcel por el delito de extorsión y otra más de cinco años de prisión por falsedad de declaraciones e informes dados a la autoridad, ya que presuntamente omitió informar la compra de un inmueble por un monto de 6 millones de pesos, la existencia de una cuenta bancaria con movimientos de más de 4 millones, diversas transferencias a su cuenta personal por un millón 450 mil y una propiedad de su cónyuge en el municipio de Tecamachalco.