A puerta cerrada y con la presencia del gobernador del estado de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, este lunes, compañeros, amigos, autoridades gubernamentales y de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP), rindieron homenaje de cuerpo presente a los cuatro oficiales del estado que murieron en cumplimiento del deber al enfrentarse a un grupo de delincuentes y abatir a tres de ellos en el municipio de Chignahuapan.
Los féretros de madera que resguardan los cuerpos del oficial Francisco Duran Toledo y los policías Crescencio Díaz Luna, Javier Varela Maldonado, y Daniel Cornelio Trinidad, llegaron poco antes de las 11 horas a la dirección de la Policía Estatal en la avenida 9 Oriente, 1419 del barrio de Analco.
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Con el último pase de lista y banda de guerra, fueron homenajeados los uniformados estatales, en cuyos ataúdes fueron colocadas sus fotografías y una bandera de México.
Es así como después de haber sido homenajeados, los cuerpos de los policías serían llevados a su lugar de origen para velarlos y darles sepultura.
Francisco, Crescencio, Javier, y Daniel, aseguraron la madrugada del domingo a un sujeto que manejaba una camioneta con equipo táctico y pinchallantas utilizadas por los delincuentes para detener el paso de los vehículos y asaltar a los conductores.
En el trayecto, cuando el sujeto junto con la unidad iban a ser trasladados ante las autoridades correspondientes, sujetos armados y a bordo de camionetas, persiguieron a los oficiales.
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Fue así como se desató un enfrentamiento a balazos dejando a cuatro policías estatales muertos y dos heridos, mientras tres delincuentes fueron abatidos.
Sin embargo el grupo criminal se llevó consignó los cuerpos de los tres delincuentes que murieron durante los hechos.
El caso sigue bajo la investigación de la Fiscalía de Puebla a fin de ubicar y detener a los responsables.
