Tras sobrevivir a 19 puñaladas y ver morir a su secretaria durante el asalto a su consultorio en el municipio de Libres, un médico general no ha encontrado justicia a dos años de los hechos, pues las detenidas, quienes son hermanas y también eran sus trabajadoras, no han recibido sentencia pero además, una juez de control se ha negado a recibir como pruebas diversos videos que contribuyen a evidenciar la presunta responsabilidad de las aseguradas.
Salvador N, de 77 años, contó en entrevista para El Sol de Puebla que su penar comenzó en agosto de 2019, luego de que contratara a dos hermanas de nombres Lucero y Leydi Jaqueline, de ahora 23 y 25 años, respectivamente.
Debido a que el médico cuenta con clínica, oftometría, papelería y una franquicia de Yastas Compartamos en un inmueble de cuatro pisos ubicado en pleno centro del municipio de Libres, el hombre contrató a Leydi Jaqueline para Yastas Compartamos, sin embargo ante su falta de habilidad para las matemáticas, la pasó a atender la papelería mientras que a su hermana Lucero la contrató para que lo ayudara en el consultorio médico.
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Leydi abrió la puerta a ladrones
Sin embargo, el agraviado descubrió que el 4 agosto de 2019, Leydi Jaqueline les abrió a cuatro personas que después rompieron las cerraduras de una puerta trasera del inmueble, para poder sacar equipo de cómputo, pantallas, impresoras, entre otras, valuados en 170 mil pesos, por lo que decidió correrla del trabajo.
“Me robaron 13 computadoras de la clínica, la pantalla de las cámaras, el disco duro y una pantalla de oftometría y 6 impresoras, todo valuado en cerca de 170 mil pesos, por eso le di las gracias pero permití que Lucero, la hermana de la acusada, siguiera trabajando”, contó la víctima.
Lucero, la hermana de Leydi, siguió trabajando
Después de no juzgar a Lucero por los actos que cometió su hermana y de darle la oportunidad de que ella siguiera trabajando en el sitio, esta joven también se habría aprovechado de la confianza del médico para presuntamente cometer un segundo robo solo con la ayuda de su hermana Leydi Jaqueline, sin embargo, en esta ocasión no solo se apoderarían de cerca de 500 mil pesos en efectivo, si no también habrían matado a la secretaria de Salvador, una mujer que llevaba laborando para él cerca de 42 años.
En este sentido, el médico relató que debido a la cantidad de trabajo, ya que a veces tenía pacientes internados y en el lugar hay suficiente espacio, incluso varias habitaciones para las visitas, a la única que dejaba vivir ahí de forma permanente era a su secretaria Cristina, mientras que Leydi y su hermana en raras ocasiones por carga laboral o problemas familiares, le pedían la oportunidad de quedarse a dormir en algunas de las habitaciones de descanso.
Hermanas atracan por segunda vez el consultorio
Tras el robo que en 2019 presuntamente Leydi Jaqueline cometió en contubernio de cuatro personas más, a decir del médico, Cristina empezó a investigar sobre a quién y en dónde, Leydi Jaqueline había vendido lo robado; el entrevistado presume que Lucero se habría dado cuenta de las investigaciones en contra de su hermana, por lo que en marzo de 2020 decidieron cometer un segundo atraco, pero ahora incluso con la finalidad de matarlo a él y a su secretaria Cristina, siendo esta última la que no logró sobrevivir al ataque.
Según el relato del médico de 77 años, previo al segundo robo y al homicidio de su secretaria, el 9 de marzo de 2020, la madre de Leydi Jaqueline y Lucero acudió a la clínica para pedir una consulta médica; en ese momento, incluso como se observa en algunos videos de las cámaras de vigilancia proporcionados a este medio, Lucero aprovechó para meter a su hermana Leydi Jaqueline, la cual iba vestida de policía, para después meterla a la bodega y así poder llevar a cabo el sanguinario atraco.
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Ese día, luego de que su madre se fue de la clínica, le pidió al doctor que la dejara quedarse a dormir pues quería platicar con él sobre unos problemas familiares, de tal forma que el hoy agraviado y sobreviviente accedió.
Fue al caer la madrugada, cuando según el testimonio de Salvador, Leydi Jaqueline salió de la bodega de la papelería con un cuchillo de carnicería en mano para después con ayuda de Lucero, matar a Cristina e instantes posteriores dirigirse al cuarto de él para también apuñalarlo en 19 ocasiones en diferentes partes del cuerpo.
Aunque el hombre forcejeó y gritó para pedir ayuda a su secretaria Cristina, asegura que las presuntas delincuentes le dijeron que ella ya estaba muerta.
“Al voltear vi a Lucero y le pregunté que por qué hacía eso y me respondió que me iban a matar, le grité a Cristina varias veces, pero ellas (las hermanas acusadas y detenidas) me dijeron que ya no gritara que ya la habían matado”, recordó el médico.
De esta forma, según la declaración del agraviado, las dos acusadas le robaron 409 mil pesos de Yastas Compartamos y cerca de 20 mil pesos que reunió de la venta de papelería, consultas, y servicio de transferencia de remesas.
Con el botín en las manos y el disco duro de algunas grabaciones que las incriminan, huyeron hacia una barranca, pero semanas después fueron ubicadas y detenidas.
Juez Ana Alicia Ponce se niega a tomar como evidencia los videos
Aunque a la fecha se realizan audiencias correspondientes a la etapa intermedia y al desahogo de pruebas, así como de testimonios para el juicio oral, el entrevistado acusa que la juez Ana Alicia Ponce Farías se niega a admitir videos que muestran y evidencian el ingreso de la hermana de Lucero, así como la presencia de la madre de los dos detenidas, por el simple desfase de la hora que aparece en las grabaciones con el tiempo en que ocurrieron los hechos.
Por lo anterior y desesperado en que se e haga justicia a su secretaria y a él, pide la intervención de las autoridades, en este caso del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla (TSJ) e incluso del gobernador, para que estas evidencias en el proceso penal 11/2020/Libres se tomen en cuenta y haya castigo para las acusadas.