A causa de la pandemia un hombre se quedó sin trabajo como chofer en una cristalería, por lo que se ofreció para hacer algunos servicios y fletes con su automóvil particular, sin embargo, en uno de esos viajes ya no regresó a su casa. Es la historia de Eduardo Manuel Flores de los Santos, de 45 años de edad, vecino del Fraccionamiento Misiones de San Francisco en el municipio de Santa María Coronango quien desapareció desde hace 4 meses junto con uno de sus vecinos de nombre Aarón Bravo Suárez, de 22 años; ambos son buscados por sus familiares.
Los padres de Eduardo, dos personas de la tercera edad y que dependían totalmente de él, ruegan a Dios que lo traiga de regreso, a pesar del tiempo no pierden las esperanzas de que lo volverán a ver y esperan que las autoridades de la Fiscalía General del Estado logren dar con su paradero.
En entrevista con la madre de Eduardo, la señora Guadalupe, de 74 años de edad y esposa de Eduardo de 85 años, llora al recordar a su hijo, pero toma fuerza y narra cómo fue su desaparición.
- Puede interesarte: Fue a entregar una recamara y no volvió; esposa pide ayuda a cuatro meses de la desaparición
La septuagenaria mencionó que por la actual pandemia su hijo se quedó sin trabajo, por lo que con su automóvil VW tipo Pointer le dijo a sus vecinos que podía llevarlos cuando necesitaran, sabiendo que Aarón se dedicaba a la fabricación de muebles.
Así, el 20 de octubre de 2020, Aarón le pidió a Eduardo que lo acompañara al municipio de Amozoc de Mota, pues debía entregar una recámara que le habían encargado. Ese día ambos partieron, no obstante, nunca llegaron ni a su destino ni a su casa. El punto donde desaparecieron sigue siendo un misterio hasta el momento.
Aunque familiares de Aarón llamaron al cliente que solicitó la recámara, este les aseguró que nunca llegó con el pedido; fue la única vez que hablaron con él, ya que borró su perfil de Facebook y los bloqueó de WhatsApp, poco después.
Tras hacer las respectivas denuncias por desaparición de persona, las autoridades de la Fiscalía General del Estado emprendieron las investigaciones correspondientes, sin embargo, descartaron que el supuesto comprador de la recámara tuviera algo que ver, argumentando que era un organizador de bailes sonideros.
- Te recomendamos: Esta es la historia de La Constancia, cuna del desarrollo industrial de Puebla | Los tiempos idos
Para el 15 de noviembre, la esposa de Aarón recibió mensajes a su celular en el que le aseguraban que el hombre ya estaba muerto y habían arrojado su cuerpo a un pozo entre Chachapa y Mendizábal; al dar parte a la Fiscalía, acudieron un mes después a la zona para hacer la búsqueda, aunque no hubo resultado positivo.
Guadalupe menciona que un familiar se acercó a ellos para apoyar con un abogado y hacer presión nuevamente para que las investigaciones y la búsqueda, tanto de Eduardo como de Aarón, siga, pues ellos no pierden la esperanza de que vuelvan a verlos de regreso.
“Ya tengo mi altar con su veladora y le pido a Dios que me lo cuide y proteja donde ande, y que me lo traiga de nuevo sano y salvo…” finalizó la madre de Eduardo.