En vísperas de Noche Buena, un taxista se libró de morir quemado, luego de que su unidad de alquiler combustionara sobre la vía pública, justo cuando circulaba por calles de la colonia Cleotilde Torres.
El conductor de una pipa de agua, que pasaba por el sitio, fue quien junto con algunos automovilistas y transeúntes, se detuvo a ayudar al trabajador del volante, la tarde de ayer.
La labor conjunta de testigos evitó una desgracia mayor, no obstante, el taxi negro con amarillo quedó calcinado en un 90 por ciento. Incluso, fue de la zona trasera, sin importarles el riesgo de quemarse las manos, que testigos ayudaron a empujar la unidad de alquiler la cual quedó atravesada sobre la privada 19 Norte y el Bulevar Carmen Serdán.
Por fortuna, el siniestro no dejó personas lesionadas o decesos que lamentar, presumiéndose que todo derivó de un probable cortocircuito.