“Sentíamos que la casa se caía, era un corredero de mamás con sus niños, y al menos cinco adolescentes resultaron heridos por los vidrios rotos. Todo se cimbró”, así es como pobladores de San Hipólito Xochiltenango, localidad perteneciente al municipio de Tepeaca, vivieron la explosión de material pirotécnico en una bodega clandestina ubicada a respaldo de la presidencia auxiliar, donde dos personas resultaron lesionadas.
Lo anterior, a tan sólo cuatro días de la explosión de un polvorín que dejó un saldo de cinco muertos y seis heridos en Santa Cruz Alpuyeca.
En cuanto al hecho más reciente, fue ayer alrededor de las 11:30 horas, cuando maestros, estudiantes y vecinos del lugar escucharon una fuerte explosión y la rotura de vidrios de diversos inmuebles; tiempo después, observaron una densa columna de humo, lo cual despertó miedo y pánico entre la comunidad.
Maestros y padres de familia se coordinaron para el desalojo de más de 300 alumnos de la telesecundaria licenciado Álvaro Gálvez y Fuentes, cuyos vidrios de los ventanales lucieron rotos mientras que las protecciones metálicas quedaron desprendidas, por lo que las autoridades escolares decidieron suspender clases hasta nuevo aviso.
Algunos se asustaron y hasta lloraron, se escuchó muy fuerte la explosión. Estaban en receso, aunque estuvo feo, por fortuna no hubo muertoscomentó una testigo.
Sin embargo, el hecho también alertó a otros pobladores, quienes incluso, por un instante creyeron que una pipa de gas es la que había explotado.
“Soy residente de San Hipólito, estoy a cien metros de donde ocurrió la explosión y sentíamos que la casa se caía, el lugar donde todo ocurrió era clandestino, además de que cerca de ahí, hay al menos cuatro escuelas, una primaria, un kínder, una telesecundaria y una preparatoria; el tener una bodega con pólvora en pleno centro de San Hipólito, es un descaro. Fue algo muy espeluznante”, aún con nerviosismo, relató un poblador que, por miedo a sufrir alguna represalia, solicitó el anonimato.
Tras lo sucedido, paramédicos de Cruz Roja, delegación Tepeaca; de SUMA, tanto de Puebla como de aquella demarcación, así como elementos de Protección Civil Municipal, Estatal, Ejército Mexicano y el alcalde del municipio, Sergio Salomón Céspedes, acudieron a la zona del siniestro, es decir, a la avenida Hidalgo Sur, entre avenida Durango Oriente y calle Oaxaca Poniente, donde hallaron una zona de devastación.
Paredes derrumbadas, vidrios rotos, postes y cables tanto de luz como de servicio de televisión de paga tirados en la calle, fueron visibles en la manzana, la cual fue acordonada y resguardada por los uniformados de diversas corporaciones policiales, quienes por varias horas no permitieron el ingreso de terceras personas al lugar del siniestro el cual fue inspeccionado y recorrido por el propio edil municipal, el cual en entrevista con El Sol de Puebla, descartó la presencia de muertos o heridos de gravedad.
“Solo fueron daños materiales, aún no se reporta ningún deceso, no hay niños lesionados, hubo dos heridos con quemaduras leves que no requirieron de hospitalización. Todo parece indicar que se trató de una bodega clandestina, están en proceso las investigaciones; por parte de la junta auxiliar y del municipio no hay un solo permiso para este tipo de actividades”, declaró el funcionario, quien indicó que aún se estaba valorando el número de casas o inmuebles afectados.
No obstante, en un recorrido que este medio hizo por la zona siniestrada, se pudieron contabilizar al menos 15 casas dañadas, incluso locales de comida en proceso de inauguración.
Aunque todo quedó controlado, hasta ayer por la noche, el sitio continuó acordonado y resguardado por las autoridades ya que incluso tiempo después de la explosión, en un terreno aledaño a la bodega clandestina, pobladores encontraron cohetes y otros objetos aún sin explotar.
SEGUNDA CASO EN MENOS DE UNA SEMANA
Cabe recordar que la tarde del pasado 6 de diciembre, un polvorín explotó en un predio del Camino a Santa Cruz Alpuyeca, a la altura del municipio de Amozoc de Mota, donde el saldo inicial fue de cuatro muertos y siete lesionados.
No obstante, días después, la cifra de víctimas mortales se elevó a cinco, tratándose de cuatro hombres y una mujer, cuyos cuerpos fueron sepultados la tarde del pasado lunes.
En este caso, el taller de cohetes contaba con los permisos correspondientes para operar, sin embargo, un presunto error humano derivó en una explosión que movilizó a diferentes cuerpos de auxilio.