Con la ayuda moral y económica por parte de familiares, amigos y vecinos, es como este martes fueron sepultados los restos del padre de familia que murió tras ser embestido junto con su esposa y tres hijos, por un supuesto agente de la Guardia Nacional (GN) en el municipio de Coronango.
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A las 11 de la mañana de este 28 de mayo, el féretro de Rogelio N, de 37 años de edad salió de su domicilio hacia la iglesia de la comunidad en Santiago Mihuacán.
Tras una misa de cuerpo presente el cuerpo fue llevado al panteón de la zona. En tanto, al salir de la iglesia, la familia de Rogelio exigió justicia tanto para el padre de familia como para los tres menores que también resultaron heridos durante el accidente de tránsito.
En este sentido, la hermana del occiso precisó que Rogelio dejó a cinco hijos en la orfandad, tres que fueron arrollados junto a él así como uno más de 18 y otro de 20 años.
La declarante exige justicia pues hasta ahora no se sabe nada del presunto responsable e incluso asegura, les han dicho que por ser una familia de escasos recursos no pueden hacer nada contra el agente castrense.
También recriminaron que el presidente auxiliar con licencia, a la fecha no se haya presentado para brindar algún tipo de ayuda o apoyo.
Rogelio de 37 años de edad, salió la tarde del sábado a una fiesta en San Antonio Mihuacan; el varón iba con su familia en un mototaxi.
Poco antes de las tres de la mañana del domingo, se dirigían a su vivienda pero en el trayecto el mototaxi falló, por lo que él y su esposa tuvieron que empujar el vehículo, mientras sus hijos menores, de 8, 11 y 15 años, iban dentro de la unidad.
A la altura de la calle Belisario Domínguez, casi esquina con Ignacio Zaragoza, se produjo el percance vial.
La familia fue embestida por un carro de la marca Honda, de color gris, modelo atrasado, conducido presuntamente por Carlos de alrededor de 25 años de edad.
El padre de familia murió tras sufrir múltiples fracturas mientras el mototaxi fue proyectado y dio varias volteretas con los dos niños adentro, en tanto, la madre de familia resultó con lesiones menores.
Los dolientes acusaron que el día de los hechos, es decir la madrugada del pasado domingo, los paramédicos de la región de Coronango no quisieron hacerse cargo del traslado de los menores, por lo que la familia tuvo que ver la manera de llevar a los pequeños a un hospital.
Fue así como se logró que Luis de 9 años de edad, Jesús Antonio de 11, y Ángel Gabriel de 15, recibieran atención médica a detalle en un nosocomio de Nativitas, Tlaxcala.
Los menores de 9 y 15 años de edad, fueron dados de alta, por lo que se encuentran en casa recuperándose, sin embargo, Jesús Antonio permanece en el hospital bajo la observación de los médicos.