A decir de una vecina, dentro del centro de rehabilitación “La Piedad” ubicado en la colonia Lomas de San Miguel, en el que presuntamente un joven falleció golpeado, sí existe violencia en contra de los internos; en contraste, dos pacientes del anexo señalaron que no se les inflige ningún maltrato.
Según la declaración de una vecina que vive en la calle Palenque donde se encuentra el centro de rehabilitación “La Piedad”, en múltiples ocasiones ha escuchado los maltratos de los que son objeto los internos, pues ha presenciado el momento en que algunos jóvenes salen corriendo del inmueble, incluso dejando las sandalias que portan, ya que no está permitido el uso de tenis o zapatos al interior.
“Sí les pegan”, aseguró la mujer, quien también refirió que ha sido testigo del momento en que ha llegado la policía, debido a que familiares de los jóvenes anexados insisten al personal del centro de rehabilitación que les entreguen a sus hijos, por lo que es necesaria la intervención de los uniformados policiacos.
Al respecto, dos jóvenes que son parte del centro de rehabilitación y que la tarde de ayer acudían a una de sus juntas, en las que hablan de su proceso de reivindicación, en “La Piedad” cerca de las 12:00 horas, comentaron a El Sol de Puebla que en el transcurso de los más de tres meses que han estado anexados, nunca fueron agraviados, ni por personal del establecimiento ni mucho menos por sus compañeros.
“Aquí siempre nos tratamos de ayudar entre todos, no sé porque la familia de ese chavo - refiriéndose al joven fallecido- dice que le hicieron algo aquí”, enfatizó.
Asimismo, los jóvenes de 19 y 20 años dijeron que Alan -el hoy occiso-, estaba muy mal desde que llegó al centro de rehabilitación, aunque desde su propia experiencia a causa de la droga conocida como cristal, que presuntamente Alan consumía.
“Cuando lo vimos que estaba muy mal, fue cuando le hablaron a su familia, estaba vomitando sangre”, señaló uno de los declarantes.
“Yo puedo entrar y salir cuando quiera, mira, ahorita vengo de mi casa, vengo a mi junta”, dijo el joven Alberto, quien lleva tres meses internado en el centro de rehabilitación La Piedad. Según comentó, su familia debe pagar una cuota mensual de mil pesos, cantidad que sirve para sufragar los gastos de él y de todos los internos, pues incluso el inmueble es rentado y deben pagar luz y agua.
Cabe recordar que fue el pasado jueves cuando Alan N, de 21 años de edad, murió de camino al hospital, luego de que presuntamente fuera golpeado al interior del centro de rehabilitación La Piedad, por lo que su familia pidió a las autoridades correspondientes que el deceso del hombre se investigue como un crimen.