Aunque la Fiscalía General del Estado cuenta con una orden de aprehensión vigente en contra de José Rodrigo V., el presunto asesino de Minerva Calderón Hernández, la dependencia no ha podido localizar a quien sería hijo de dos prestigiados médicos de un hospital ubicado en la zona de Angelópolis, por lo que el crimen de la exalumna de la universidad Iberoamericana sigue impune, pese a las pruebas y a los datos que existen en contra del joven.

Días después del feminicidio de la joven originaria de Durango pero con estadía en el fraccionamiento de San José Vista Hermosa, Puebla, conocidos de José Rodrigo aseguraron bajo el anonimato, que éste padecía de sobrepeso y que era un junior, hijo de papi, que tras no armarla en el Tecnológico de Monterrey, se fue a estudiar a la universidad Iberoamericana.

Compañeros incluso de la secundaria y la preparatoria, manifestaron que a José Rodrigo lo corrieron de algunas instituciones por ser problemático y dañar el auto de un profesor, incluso por haber lastimado a un compañero. Los declarantes, lo calificaron de pésimo alumno.

Al ahora prófugo, se le tachó de “mala copa” ya que cuando salía con sus amigos a divertirse a los antros, al final, terminaban en golpes con otras personas. Aunque sus padres le pusieron un restaurante, éste se fue en picada. En tanto, en sus redes sociales se ostentaba como criador de perros.

En una entrevista que El Sol de Puebla realizó a los padres de Minerva en octubre de 2017, se reafirmó que el asesino es hijo de unos prestigiados médicos, y que éste antes de huir incluso recibió atención médica por una cortadura en una mano, que se hizo pasar como un accidente en el hogar.

La propia Fiscalía en su momento obtuvo grabaciones donde se identifica a José Rodrigo como quien sale de la casa de Minerva en San José Vista Hermosa, el día y la hora del crimen. Días después, también las autoridades catearon dos viviendas o propiedades del acusado, donde los agentes ministeriales obtuvieron ropa con manchas de sangre así como la probable arma homicida.

Marco Calderón, padre de la hoy occisa al igual que el resto de sus familiares, sospechan que los padres de Rodrigo han interferido en la localización del hoy prófugo de la justicia.