Tres internos del Centro Penitenciario Estatal, mejor conocido como penal de San Miguel, resultaron intoxicados y dos de ellos murieron en el hospital donde eran atendidos en las primeras horas de este sábado. Autoridades de la Fiscalía General del Estado investigan si fue una intoxicación accidental o provocada.
De acuerdo a fuentes policiacas se sabe que alrededor de las 11 de la noche del viernes pasado, las tres personas privadas de su libertad (PPL´s) cenaban chuletas asadas y jugo enlatado dentro de su dormitorio N-21; minutos después comenzaron a sentir malestar como vómito y mareos.
De inmediato pidieron ayuda a los custodios y así se autorizó el ingreso de una ambulancia para ser trasladados a un centro hospitalario.
Al llegar al Hospital General del Sur (HGS), se diagnosticó una posible intoxicación por ingesta de alimentos.
Momentos después, dos de los pacientes perecieron y uno más sobrevivió y se encuentra recuperándose y fue quien dio detalles de lo ocurrido a las autoridades.
Los convictos que perecieron fueron identificados como Gerardo N, de 35 años y José Guadalupe N, de 25; mientras que el sobreviviente como Juan Pablo N.
De acuerdo a las primeras declaraciones de Juan Pablo, se pudo saber que se intoxicaron tras ingerir el jugo.
Las diligencias del levantamiento de los cadáveres la realizó personal de la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios, quien ordenó el traslado de los cuerpos al anfiteatro municipal para hacerles la autopsia de ley y determinar la verdadera causa de muerte, es decir, si realmente fue una intoxicación y establecer si fue accidental o provocada. Además de analizar lo que consumieron y de dónde provino el alimento.
Por la mañana del sábado, personal de la Fiscalía General del Estado acudió al penal a realizar algunas diligencias, por lo que estuvo hasta el mediodía restringido el acceso a visitas que después se normalizó.
En ese lapso, los familiares de los internos mostraron molestia, entre ellos una mujer que no quiso que su nombre saliera a la luz pública. La declarante indicó que temían que algo malo hubiera ocurrido adentro del penal, pues vieron llegar varias patrullas de la Fiscalía y no los dejaban entrar, además de no informarles qué ocurría.
Después de que se supo de la aparente intoxicación de los reos, y que no era algo colectivo, se permitió el paso a las visitas para dejar alimento a sus familiares de manera normal. Además le informaron que se había tratado de una revisión por parte de la subsecretaria de centros penitenciarios y la misma dirección, para revisar el contenido de botellas de gel (por la contingencia), lociones y hasta de enjuagues bucales, y finalmente asegurarlas debido a que contienen alcohol.
Más adelante se logró saber que las autoridades ministeriales dieron inicio a la carpeta de investigación número FIM/HOMICIDIOS-I/003516/2022 en la que trascendió investigarán de dónde salieron los jugos que bebieron, pues al parecer ya estaban caducados o si alguien les colocó alguna sustancia tóxica.
La fuente consultada agregó que Gerardo N era uno de los internos que tenía parte del control del penal, por eso se presume que alguien buscó la forma de deshacerse de él, incluso, que también tuvo que ver algo con el caso Tadeo, pero con su muerte se estarían borrando evidencias de esa participación.
Cabe recordar que a partir del escándalo de la introducción del cadáver del bebé Tadeo al penal de San Miguel, hallado en los contenedores de basura, el pasado 10 de enero, se han registrado ya dos traslados a otros centros penitenciarios de internos considerados de alta peligrosidad, además el cambio de dirección.
Por el caso del bebé de 3 meses de nacido, al momento hay 22 detenidos, todos vinculados a proceso.
Sobre los avances de la investigación, se tiene que la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) establecieron mecanismos de colaboración para esclarecer el caso.
Por lo anterior, el 3 de febrero pasado la FGE logró detener también por estos hechos a Nadia Carolina, Jessica, Antonio (interno), Sergio (reo) y Gerardo (custodio).
Las 5 personas presuntamente participaron en la introducción del cuerpo del menor de edad al reclusorio.
El pasado 9 de febrero, la FGE informó que los 5 ya fueron vinculados a proceso por los delitos de violación a la Ley General de Salud, infracciones a las Leyes y Reglamentos sobre Inhumaciones y Exhumaciones, Encubrimiento y Asociación Delictuosa, respectivamente.
Además de eso, el 31 de enero 17 personas, todas servidoras públicas perteneciente al Centro Penitenciario, fueron vinculadas a proceso por presuntos responsables por los delitos de incumplimiento de un deber legal e infracciones a las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones, y de las cuales 3 de ellas por el delito de encubrimiento.
PRIMER TRASLADO
Dentro de las primeras acciones por el caso Tadeo, además de las respectivas detenciones, con la llegada de la nueva directora, María de Rayo Mendoza Farfán, se realizó un primer traslado de 24 internos considerados de alta peligrosidad del penal de San Miguel a Ceferesos de Oaxaca y Chiapas, la madrugada del 29 de enero pasado.
De acuerdo con los reportes, agentes de la Policía Estatal, elementos de la Fiscalía General del Estado, personal de la Guardia Nacional y militares, entraron al centro penitenciario de San Miguel para sacar de sus celdas a prisioneros de alta peligrosidad de las secciones F y L, y llevarlos hasta el aeropuerto de Huejotzingo. Una vez en el Aeropuerto Internacional de Puebla, los reos fueron separados en grupos para enviarlos hasta los reclusorios federales antes mencionados, donde las autoridades de dichas regiones ya los esperaban para asignarles una nueva celda para continuar con sus respectivas condenas.
SEGUNDO TRASLADO
La madrugada del pasado 20 de febrero, alrededor de 20 internos del mismo penal fueron reubicados a otros centros penitenciarios de máxima seguridad, como parte de las acciones emprendidas tras el caso Tadeo.
De manera sorpresiva y un discreto dispositivo policial, las personas privadas de su libertad (PPL´s) fueron sacadas del reclusorio para que vía aérea se los llevaran a centros de otros estados.
Se supo que algunos de los reos reubicados eran considerados como peligrosos por su ingreso como narcomenudistas, por homicidio o robo de hidrocarburo.
MUJERES SIN CONDICIONES DIGNAS DE SALUD
En otro escándalo reciente, exreclusas del penal de San Miguel denunciaron ante este medio que en el Cereso no existen condiciones para que las internas vivan una menstruación digna, pues entre otras situaciones tienen que comprar las toallas femeninas y pagar por agua caliente.
Posteriormente, la Secretaría de Seguridad Pública informó repartirá de manera periódica 8 mil toallas femeninas a las reclusas de los penales de Puebla, esto con el objetivo de atender la queja que evidenció El Sol de Puebla.