“Somos muchas personas a las que José N nos ha quitado a nuestros seres queridos y no es justo que el proceso no avance y cada que este sujeto quiera, suspendan la audiencia intermedia, ojalá el gobernador y el fiscal, así como atendieron el caso de los ministeriales atiendan el de mi hijo”, con estas palabras, la madre del policía estatal Luciano, asesinado en abril de 2019 y hallado en un montón de tierra en Amozoc de Mota, pide justicia para su hijo.
En entrevista para El Sol de Puebla, los deudos del policía estatal que se encontraba comisionado en el municipio de Huejotzingo, consideraron que el proceso penal que existe en contra del detenido, no presenta avances favorables pues en más de cuatro ocasiones se han pospuesto las audiencias intermedias para la presentación de pruebas sobre las cuáles el juez de la causa decidirá cuáles acepta y cuáles no, dependiendo la legalidad con las que se hayan obtenido.
Refirieron que desde hace varios meses no se ha podido dar por terminada la etapa de investigación complementaria, y, por ende, las audiencias se posponen, de tal forma que ahora se espera que el 28 de diciembre de este año ya se dé por concluida esa etapa, se realice el acto jurídico y se avance al juicio oral en el que se sabrá si el acusado es o no sentenciado por este crimen.
Los dolientes dijeron tener la confianza de que el responsable sea castigado y confiese quiénes más están involucrados en los hechos, pues consideran que compañeros y jefes de Luciano lo entregaron por no querer involucrarse en otro asunto ya que él siempre luchaba por combatir la delincuencia y murió por seguir sus ideales.
“Lo torturaron, lo mataron, lo enterraron, lo sacaron y lo fueron a aventar como si se hubiera tratado de un perro, sus compañeros no quieren hablar por miedo, por corruptos. Quisiéramos que le den sentencia y hable quiénes más están involucrados”, señalaron los dolientes.
De igual manera reiteraron su petición de sostener una audiencia con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y el fiscal del estado Gilberto Higuera Bernal, además hicieron un llamado al juez de la causa para que no permita más retrasos en el asunto pues indicaron que el homicidio de Luciano les dejó un gran vacío y se trata de una pérdida que no han podido superar.
LA HISTORIA
El 16 de marzo de 2019, Luciano fue privado de su libertad mientras se encontraba en su trabajo, en el municipio de Huejotzingo, donde estaba comisionado; su familia, en la ciudad de Puebla empezó a buscarlo.
A pesar de la denuncia levantada ante el agente del Ministerio Público y de la campaña emprendida en redes sociales para la pronta localización del policía, nada sirvió, ya que el 30 de marzo de 2019, sus restos fueron hallados en un montículo de escombro y más restos humanos en Chachapa, Amozoc.
Tan solo unos días después, el 2 de abril del mismo año, se descubrió una fosa clandestina en un estacionamiento a respaldo del mercado Morelos, donde se encontraron indicios y más restos de las víctimas abandonadas en Amozoc.
Aquel día se implementó un amplio dispositivo de seguridad por parte de policías municipales, estatales, ministeriales e incluso del Ejército Mexicano; es así como se mantuvo rodeado el mercado José María Morelos y Pavón.
Además se catearon varios locales que arrojó el hallazgo de paquetes con diversas drogas, pero lo que más llamó la atención fueron dos trozos de piernas humanas. Durante el operativo también pudo ubicarse el camión de volteo, de color blanco y la retroexcavadora que se utilizaron para desenterrar los cuerpos y trasladarlos hasta Chachapa.
Fue hasta el 2 de febrero de 2020, tras los estudios de genética, cuando los restos del policía, fueron entregados a su familia, luego de un homenaje en las instalaciones de la Dirección de la Policía Estatal.
A puerta cerrada y con la presencia de sus familiares y compañeros, se realizó este homenaje póstumo en la 9 Oriente y 14 Sur en el Barrio de Analco. Una vez concluido el evento protocolario, los deudos se marcharon con los restos de Luciano, los anterior, bajo una escolta de agentes policíacos.
Pese a los señalamientos contra diversas personas que podrían estar involucrados en los hechos, solo hay un detenido por este caso y se trata de José N, quien fue detenido el 24 de junio de 2019 en la alcaldía Xochimilco, en la Ciudad de México.
Posteriormente, la Fiscalía de Puebla dio a conocer que el asegurado, presuntamente, está relacionado en la desaparición de, al menos, 10 personas, entre ellas Luciano.
El 12 de febrero de 2021 la dependencia señaló que un juez de control decidió vincular a proceso a José N, por desaparición cometida por particulares y delitos relacionados con la desaparición de personas.
Además, le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por lo que se indicó que debería permanecer recluido, en este caso, en el Centro Federal de Reinserción Social de Oaxaca, donde fue recluido desde octubre de 2019.
