La liberación del director del Cereso de Tepeaca, GerardoCuevas Rojas, quien fue secuestrado horas antes del escape de dosreos del mencionado penal, fue el intercambio que habrían logradolos integrantes de la banda de plagiarios a la que pertenecen losfugados, dieron a conocer fuentes extraoficiales.
La misma fuente consultada señaló que los reos salieron por lapuerta principal con ayuda de la subdirectora de Seguridad Guardiay Custodia, Miriam Martínez Olmedo, quien llevó la encomienda deliberar a los dos internos, a fin de salvaguardar la vida delalcaide, luego de que estuviera privado de su libertad cerca de doshoras. Una vez que se conoció la fuga en el penal, el funcionariofue abandonado junto con su camioneta en inmediaciones delmunicipio de Palmar de Bravo.
Según lo dado a conocer, Cuevas Rojas se encontraba ileso almomento de su rescate, por lo que se trasladó a la FiscalíaGeneral del Estado (FGE) a presentar su declaración respecto a loshechos, junto con su personal de seguridad guardia y custodia, aligual que dos guardias de la entrada principal implicados en lafuga de los reos.
Otra versión de los hechos, da cuenta que en realidad serealizaron dos plagios: el del director del penal y de maneraparalela, del hijo de la subdirectora Miriam Martínez Olmedo, afin de presionar a esta última para que facilitara la fuga de JuanCarlos González Flores y Jaime Andrade Sánchez.
Asimismo, se dio a conocer que los fugitivos ingresaron alreclusorio el pasado mes de agosto por el delito de secuestro.Ambos eran compadres y mantenían el control sobre gran parte de lapoblación carcelaria, realizando entre otros, cobros de derecho depiso y distribución de droga.
Trascendió que la subdirectora relevó a los guardias que seencontraban en la entrada principal, y en su lugar puso a dospolicías recién ingresados. Acto seguido, ordenó que fueronllevados a su oficina los dos reos, quienes aparentemente yasabían que serían “liberados”, para lo cual les facilitaronropa de civil para que pudieron salir del penal sin la menorsospecha, acompañados de la subdirectora.
Tras consumada la fuga, Martínez Olmedo habría corroboradovía telefónica la liberación del director del penal, y al serafirmativa, fue entonces que ordenó el pase de lista donde se diocuenta de la ausencia de los reos, ahora prófugos de lajusticia.
Fue entonces que se boletinaron los rostros y los datosgenerales de los reos fugados, iniciándose así el operativo debúsqueda que finalmente resultó infructuoso, pues al cierre deesta edición, aún se desconocía el paradero de lossecuestradores fugados.
Al parecer, las cámaras de seguridad del penal grabaron losmomentos en que la subdirectora salió del Cereso escoltando a losdos hombres.
