El hombre que se electrocutó en las oficinas de la iglesia de la junta auxiliar de San Miguel Canoa la semana pasada y estaba por perder un brazo falleció el día de ayer.
Su familia se encontraba preocupada, además de por los gastos médicos, porque iba a perder un brazo y al ser de escasos recursos no sabían qué futuro les esperaba.
Constantino, de 43 años de edad, se encontraba el pasado 12 de los corrientes realizando trabajos de mantenimiento en la azotea de las oficinas parroquiales cuando accidentalmente tocó cables de alta tensión y sufrió severas quemaduras.
Poco después llegaron tanto personal de Protección Civil Municipal como paramédicos de SUMA, quienes lo rescataron con vida pero con quemaduras de consideración, y lo trasladaron al hospital de Traumatología y Ortopedia del Sector Salud con diagnóstico grave.
Ayer por la tarde los médicos reportaron finalmente su deceso, por lo que sus familiares, al no recibir hasta el momento ningún apoyo, buscarán cómo proceder legalmente.