Casi tres meses después de que fueran asesinados, emplayados y abandonados en un paraje del Camino a Santa Cruz Alpuyeca, los cuerpos de las víctimas, tres colombianos que buscaban llegar a Estados Unidos para cumplir el “sueño americano”, ya fueron repatriados a su lugar de origen.

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Margarita Garcidueñas Cuellar, fiscal especializada en Delitos de Violencia de Género precisó que la devolución de los cuerpos se dio hace aproximadamente dos semanas.

Lo anterior tras una coordinación con la embajada de Colombia, es así como los deudos de Luisa Fernanda Novoa, y los hermanos Carolina y Diego Argüello Domínguez, originarios de Ibagé, Colombia, ya pudieron tener de regreso a sus familiares, situación que los mantenía preocupados ya que de manera inicial en su embajada les habían dicho que no se contaba con los recursos para poder trasladar los cadáveres.

Aunque el día del hallazgo, el pasado 6 de abril, las autoridades encontraron una cartulina con un mensaje de advertencia que indicaba que eso le pasaría a todos los extranjeros dedicados al robo de relojes de lujo y al sistema de préstamos fraudulentos denominados “gota a gota”, al momento la Fiscalía de Puebla señaló que no cuenta con elementos para suponer que se dedicaban o estaban relacionados con dichas actividades delincuenciales.

Buscaban el sueño americano

Como en su momento se dio a conocer, los tres colombianos salieron de Ibagé el 14 de diciembre de 2023 en búsqueda del “sueño americano”; después de haber recibido una propuesta de trabajo, salieron de su país natal con el propósito de llegar a Estados Unidos.

Sin embargo, en su trayecto, los tres occisos hicieron una parada en la ciudad de Puebla, donde consiguieron trabajo en una gasolinera, según informaron a sus familiares, a quienes les dijeron que se encontraban bien y que no había ningún problema.

“Ellos nos comentan que están trabajando en una bomba de gasolina, que están bien, no hay ninguna queja; ella se comunicaba todos los días por videollamada con mi mamá, pero después de varios días, nadie se pudo comunicar con ninguno de ellos pues no les llegaban los mensajes a su celular”, relató una hermana de las víctimas al noticiero local CityTv.

Ante tal situación, los deudos tenían la esperanza de que Luisa, Carolina y Diego, ya hubieran cruzado a Estados Unidos y por ello hayan perdido comunicación, por lo que esperaban que una vez establecidos, volverían a llamar.

Los días pasaron y al no tener noticias sobre el hombre y las dos mujeres, decidieron interponer la denuncia correspondiente pero el pasado 6 de marzo recibieron la noticia de que sus familiares fueron asesinados pues habían encontrado tres cuerpos de tres colombianos, envueltos en plástico y con signos de violencia.

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Aunque a través de rifas, donaciones y otras actividades, los deudos reunieron algunos fondos, no lograron juntar lo necesario para la repatriación y sepultura de los cuerpos por lo que solicitaron la ayuda de las autoridades de su país.

En ese momento a los dolientes les fue informado mediante correo electrónico que Colombia no tiene los recursos para hacer la repatriación por lo que los cuerpos permanecían en el Semefo en la ciudad de Puebla, en tanto, los familiares exigieron justicia y que el caso no quedara impune.