El 13 de agosto de 1989, la confesión de una banda de ladrones respecto a su participación en la ejecución de siete personas, a las cuales “cazaron” durante dos días vestidos de militares y portando armas de fuego, sorprendió a Puebla.
Rafael Escamilla Peralta, de entonces 19 años de edad; Herminio Niño Zapata, de 35, con antececentes penales y residencia en aquellos años en la región de Cholula; Lidya Rojas Arguello, de 36, dueña de un taxi y pareja sentimental de Manuel Mendoza Velázquez, de 38 años, este último jefe de la banda y el cual planeaba todos los robos, así como las ejecuciones de sus víctimas, son los nombres de quienes formaban un grupo de delincuentes de alta peligrosidad.
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En su haber, no sólo tenían múltiples robos a negocio y casa habitación, sino también los siete homicidios mencionados; los cuales se perpetraron en Tepexi de Rodríguez, tres años antes de que fueran capturados, es decir, en 1986.
Quien ideó el multihomicidio, según se narran en las páginas de El Sol de Puebla, fue Manuel Mendoza, ya que su propósito era vengar la muerte de su tío, quien en el paraje conocido como “Los Tepetates” de Tepexi de Rodríguez, fue asesinado por una banda conocida como “Los Gatos".
Invadido por la sed de venganza y con el objetivo firme de matar a quienes le arrebataron la vida a su tío, recurrió a su pareja y a los demás detenidos.
Manuel y sus cómplices se pusieron uniforme militar, empuñaron dos armas tipo escuadras calibre 38 milímetros con cuatro cargadores extras; una más calibre 45 milímetros con cargadores extras, y una carabina M1 con dos cargadores.
Así y a bordo del taxi de Lidya, se dirigieron al paraje denominado "El Cuayucón", ubicado entre Tehuitzingo y Cuayuca, donde se pusieron uniformes de soldados; sobre un camino de terracería que lleva a Los Tepetates, esperaron pacientemente durante dos días hasta que el 14 de septiembre de 1986, vieron el automóvil Chevrolet en el que supuestamente viajaban “Los Gatos”.
Una vez que el automóvil pasó cerca, abrieron fuego, por lo que la unidad se salió del camino.
Sin esperar a que los supuestos homicidas de su tío murieran por las lesiones del accidente, Manuel y su grupo de delincuentes corrió hasta la unidad volcada para abrir fuego contra todos los ocupantes y rematarlos.
De esta manera logró matar a siete personas, entre ellas una mujer; la sorpresa del hombre fue que entre los fallecidos solo estaba un integrante de la banda de “Los Gatos”, y el resto eran primos y parientes del citado personaje.
Los occisos fueron identificados como Zenón Castillo Mendoza, Floriberto Galeno Velázquez, Amador Bravo Mendoza, Cándido Negrete Tapia, Juan Morales Cortés, Emilio Cabrera Velázquez y Tomasa Mendoza Aguilar.
Tras los hechos, los asesinos caminaron por varias horas hasta llegar a su vehículo, y así poder regresar a Puebla.
Sin embargo, el 13 de agosto de 1989, los implicados fueron detenidos por su vinculación con múltiples robos a negocio y casa habitación, siendo exhibidos sus rostros de manera pública por las autoridades.