Una mujer que habita uno de los departamentos de la calle 1-B en Bosques de San Sebastián refrigeraba perros muertos, así lo denuncia una joven en un video que comenzó a circular la tarde de este jueves.
La joven que aparentemente entró por la fuerza a la vivienda debido al fuerte olor, narra que “la vieja tiene perros muertos en el refrigerador” mientras acerca su cámara al refri donde se alcanza a ver la cabeza de un perro.
En las imágenes se aprecia el cuerpo de al menos tres mujeres que ingresaron al domicilio para rescatar algunos perros y se llevaron la sorpresa de hallar un perro muerto refrigerado.
Un perro que resguarda una entrada ladra y ladra, mientras la joven advierte que en esa habitación podría haber más perros, sin embargo como no puede pasar no puede corroborrarlo.
De igual forma, adelanta que en ese mismo lugar podrían existir otro perros sin vida, aunque como el olor es insoportables, ella mueve su cámara hacía la salida.
Al respecto, una ola de comentarios se ha desatado en torno al tema en redes sociales, pues hasta refieren que esa carne de perro podría ser utilizada para la venta de tacos y algunos más refieren que podría ser para consumo propio.
VIDEO
EN VIVO
Otro más critican que la mujer haya ingresado por la fuerza a la casa, pues eso es allanamiento de morada.
EL HALLAZGO
Fue hasta ayer por la tarde-noche que a uno de los vecinos le dijeron que habían visto a su perro en el departamento 52 de la calle 1 B, por lo que fue a reclamar a la moradora de la casa 4, que le devolviera a su perro Bongo, un French Poodle perdido el pasado 13 de septiembre y que respondía a su llamado con un peculiar silbido que realizaba el dueño. Dicho ejercicio hizo en el lugar y el animal comenzó a ladrar dentro de la casa de la fémina.
La mujer se opuso a entregar al animal, pero en un descuido el can logró escapar y la responsable corrió hacía la calle, por lo que otros vecinos entraron a la casa y se llevaron una aterradora experiencia, pues dentro había alrededor de 30 perros y gatos en condiciones deplorables, pero lo más tétrico fue el hallazgo de otros canes sin vida almacenados dentro de un refrigerador y otros botes.
Alguien corrió por la mujer y tras darle alcance, ésta reveló llamarse María Antonieta, de unos 35 años de edad, quien terminó por confesar que secuestraba a los animales para posteriormente pedir recompensa por ellos.
La noticia corrió como reguero de pólvora y al sitio poco a poco llegaron más vecinos, a tal grado de juntarse cerca de 500 personas. Ya en la noche y en presencia de policías municipales y personal de Protección Animal que llegaron al rescate de animales, la enardecida multitud trató de linchar a la mujer apodada ya en ese momento como “La Mataperros”, pero junto con su hijo de unos 10 años de edad –quien presentaba cabello largo, al parecer por cumplir una manda–, fue sacada en una patrulla y llevada a las instalaciones de la Policía Municipal en espera de resolver su situación jurídica, pues los vecinos que perdieron a sus animales recabaron firmas para emprender una acción legal.
Cabe señalar que luego de ser rescatados los animales vivos, algunos de los cuales fueron reconocidos por sus dueños, fueron llevados a las instalaciones de Protección Animal para los trámites correspondientes; finalmente llegó personal del DIF Municipal, pues dentro de la casa 4, estaba un menor de unos 17 años, inválido, hijo también de María Antonieta.
Lo más tétrico del caso que nunca se había conocido en Puebla, es que los vecinos aseguran que la mujer vendía carne enchilada los fines de semana en dos puestos de esa unidad habitacional; e incluso, que ella y sus hijos se alimentaban de esa carne que procedía de los perros robados.