A una semana del asesinato de Anita, las autoridades han redoblado la vigilancia con policías armados en los doce kilómetros que comprende la ciclovía del Periférico Ecológico desde el fraccionamiento Los Héroes hasta la zona de Tlaxcalancingo. Pese a lo anterior, corredores y ciclistas dijeron no sentirse seguros, por lo que incluso han optado por salir a realizar sus actividades físicas en pareja o grupo y así apoyarse ante cualquier situación de amenaza.
Mañana, noche y durante algunos horarios de la madrugada, doce uniformados de la Policía Auxiliar recorren la ciclovía.
Equipados con arma de fuego, macana, bicicleta y radio comunicador, es como los uniformados auxiliares brindan mayor seguridad tanto a corredores como ciclistas que transitan por dicha ciclovía, ya sea por una mera cuestión de actividad física o simplemente porque esta se ha vuelto parte del recorrido de algunas personas que desde temprana hora se dirigen a sus centros de trabajo.
En espacios de un kilómetro, según el recorrido que El Sol de Puebla hizo en la zona, doce oficiales, hombres y mujeres, vigilan a sus alrededores para detectar algún peligro.
Jóvenes y adultos, algunos en pareja y otros más acompañados de sus perros, acuden a ejercitarse; al ser cuestionados respecto al tema de la seguridad en el sitio, la mayoría de los entrevistados reconocieron la acción de las autoridades de aumentar el número de policías auxiliares para vigilar la zona, sin embargo, consideraron que el miedo y la sensación de inseguridad prevalece tras lo sucedido con Anita el pasado 15 de mayo.
De este último hecho aún quedan rastros; pintura de color azul marino cubre a lo largo de medio kilómetro, las manchas de sangre de Ana, quien el día de la agresión pese a estar herida con arma blanca, siguió caminando para tratar de llegar al puente peatonal que se ubica frente a Periplaza.
Un canasta de flores y una cruz blanca dan cuenta del crimen que ahí se cometió en agravio de la mujer de 67 años de edad, quien, mientras corría, sufrió un intento de asalto.
“Para nosotras como mujeres aún falta seguridad, aparte de los policías de los que hay, considero que hacen falta todavía más, yo vengo desde San Jorge y está todo muy solo”, comentó Guadalupe, de 55 años de edad.
“Todavía nos sentimos inseguros, ahora hasta tratamos de salir en grupo o pareja para acompañarnos por lo ocurrido con la señora Ana, falta todavía mucho trabajo por hacer para garantizarnos seguridad”, señaló Victoria, de 47 años de edad.
Aunque hoy, por una parte, las autoridades pusieron mayor atención en la vigilancia del sitio, por el otro, no se ha logrado obtener mayor información respecto a la identidad y ubicación del responsable del asesinato de la corredora, por la que incluso decenas de “runners” se manifestaron y exigieron justicia.