"Siempre supe que la verdad saldría a la luz, aunque con nada voy a recuperar cuatro años de mi vida”, son las palabras de Hugo de La Fuente Carrera, un joven de 27 años de edad, que, tras haber sido acusado injustamente, del delito de violación y violación equiparada, en agravio de una de sus amigas, consiguió su libertad al no existir prueba alguna de las imputaciones que se realizaron en su contra.
Con la frente en alto y acompañado de su familia, el joven que hasta antes de ser detenido en mayo de 2014 formaba parte de un grupo valsistico, se dijo tranquilo y feliz porque después de cuatro años de acusaciones falsas, por fin, se le hizo justicia.
“Yo la perdono, no le tengo odio, lo más importante es que ahora se sabe la verdad, ahora estoy disfrutando a mi familia, y todo esto poco a poco se va aclarando, fueron muchos años de injusticia, espero limpiar mi nombre ya que lo único que quiero es salir adelante”, comentó el Hugo.
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Asimismo, aseguró que después de vivir esta experiencia, pretende dar pláticas en algunas escuelas para que más jóvenes no pasen por lo mismo, y no confíen demasiado en la gente, pero, además, tocará temas como las adiciones y otras circunstancias por las que tiene que atravesar un detenido al interior del penal.
SUFRIÓ DEPRESIÓN
Dentro de la población carcelaria, el joven con actualmente 27 años de edad, sufrió depresión. Aunque el ‘chambelán’, como le decían, en muchas ocasiones estuvo a punto de tirar la toalla, el apoyo de su familia, la confianza a los abogados que recientemente lo ayudaron a recobrar su libertad, y el encontrarse con mucha gente inocente al interior del penal, lo impulsaron a seguir adelante.
LE CAMBIARON LA VIDA
“Cuando me detuvieron, fue algo que yo no me esperaba, me cambió la vida de un momento a otro, en un instante. La verdad, fueron cuatro años y medio, muy difíciles, nada fácil, fue todo un proceso tanto emocional como económico”, contó en entrevista el expresidiario.
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Tras aprender a sobrellevar la situación, y con la esperanza de que tarde o temprano, la verdad saldría a la luz, Hugo se interesó por diversas actividades recreativas en el Cereso de San Miguel.
“Intenté mantener la mente ocupada, si ya estaba en un encierro, no iba a aislarme más; aunque uno se adapta, en esas circunstancias es muy difícil, y más por los delitos de los que se me estaban culpando, pero gracias a Dios, supe y tuve las herramientas para poder sobrellevarlo todo ese tiempo”, recordó el joven, quien comentó que dentro de la cárcel, empezó a trabajar como mesero y cajero, pero también daba pláticas y clases de baile al igual que estudiaba Acondicionamiento Físico.
CUATRO COMPLICADOS AÑOS
“Aprendí a hacer cosas de madera, empecé a trabajar como mesero, practiqué fútbol ya que ahí hay un equipo, estudié un año y medio Acondicionamiento Físico. Cuatro años muy complicados, pero con ayuda de mi familia pude salir adelante, yo estaba seguro que aun con la sentencia, no iba a estar ahí todo el tiempo que me habían dado, porque el que nada debe, nada teme, yo siempre me quedé ahí”, contó el joven, quien consideró que ahora él, es un ejemplo de que la justicia sí existe, por lo que hay que ser perseverantes.
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FE RECOBRADA
En tanto, los padres del varón, indicaron que con la liberación de su hijo, les devolvieron la fe y la esperanza en las leyes, pues muchas veces fueron defraudados por otros abogados.
“Nos devolvieron la credibilidad en las leyes, en la gente que nos defiende, no todos son malos y no todos abusan de la gente, hoy, solo damos las gracias”, enfatizaron los padres de Hugo, quienes ahora solo esperan que poco a poco, la imagen de su hijo quede limpia ante la sociedad, ya que la discriminación ya la sufrió desde el momento en que quedó detenido sin pruebas e inconsistencias en la declaración de la supuesta víctima, consideraron.
NO EXISTÍAN PRUEBAS EN SU CONTRA
Por su parte, Gabriel Hernández Campos, defensor legal del hoy liberado, señaló que desde el momento en el que la familia de Hugo se acercó para pedir su apoyo y el de todo su equipo de abogados, revisó la carpeta de investigación, y supo que su cliente saldría libre ya que no existía ninguna prueba que apuntara a que el joven había cometido tales delitos. El litigante reiteró que incluso las mismas pruebas y exámenes practicados por la entonces Procuraduría General de Justicia de Puebla, arrojaron negativo a algún tipo de agresión sexual contra la joven.
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Aunque en agosto de 2018, un juez de control dictó sentencia condenatoria contra Hugo, a quien le impuso una condena de 17 años de prisión y multa de 120 días de salario mínimo, así como 300 días para la reparación del daño moral, su defensa promovió un recurso de amparo, de tal manera que, en diciembre del mismo año, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal, concedió la protección y el amparo de justicia federal para el acusado, ordenando su liberación.
Es de esta forma, como después de cuatro años, las manifestaciones y quejas de la familia del joven con respecto a presuntas arbitrariedades, rindieron frutos.
TODO COMENZÓ EN UN ANTRO DE LA JUÁREZ
Cabe recordar que fue en septiembre de 2013, cuando una joven supuesta familiar de un trabajador de la ahora Fiscalía de Puebla, acudió ante el agente del Ministerio Público para denunciar una violación cometida en su contra.
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En ese sentido, la presunta agraviada narró a las autoridades que todo sucedió el 15 de septiembre de 2013, luego de que junto con Hugo y otro joven, acudieran a un antro de la Avenida Juárez; tras ingerir bebidas embriagantes, más tarde, a su decir, quedó inconsciente para después despertar en un hotel donde aseguró, fue ultrajada.
Aunque Hugo y otro joven fueron detenidos por estos hechos, tras el señalamiento directo de la supuesta víctima, de La Fuente Carrera fue el único procesado, aun sin que existieran pruebas en su contra. Lo anterior, generó que la familia del joven realizara diversas ruedas de prensa y manifestaciones, alegando la inocencia del detenido.