El estado de Guerrero y en especial el municipio de Acapulco se han convertido en uno de los puntos rojos a nivel nacional por temas de inseguridad y en este sentido la alcaldesa morenista Abelina López Rodríguez, ha destacado a nivel nacional por sus peculiares declaraciones respecto al tema.
Recientemente, durante una entrevista la funcionaria indicó que los altos índices de violencia en su demarcación, se debían a factores como el calor y el consumo de carbohidratos.
“Tiene que ver con muchos factores, nosotros tenemos al rededor de 16.2 % de pobreza extrema que puede ser un factor de violencia, el tema de género, también pude ser un factor de violencia, la falta de empleo, “la calor”, una mala alimentación, (...) si comes más carbohidratos te acelera”, indicó la munícipe.
Tras sus aseveraciones, López Rodríguez se convirtió en blanco de críticas por sus declaraciones entre los que la acusan de ignorante, otros más ironizaron con la solución al problema, algunos más ironizaron con un reciente conflicto que tuvo el actor Alfredo Adame en la que se cuestionan si viene del calor de Acapulco.
Ante esto, la funcionaria emitió un comunicado en el que indicó su respuesta se debió a un artículo de la BBC que leyó recientemente, en referencia a los efectos de las altas temperaturas en los cambios de actitud y animo de las personas, aunque no hizo referencia su declaración acerca del consumo de carbohidratos.
“LA ALARMA LA PONEN LOS MEDIOS”, AFIRMA ALCALDESA DE ACAPULCO
Pero no es la primera vez que la presidenta hace una declaración de este estilo, pues en octubre del 2021 en el mismo contexto que ahora, pidió a los medios no difundir los hechos de violencia que se registran en el puerto, pues esto afectaba la imagen del destino turístico.
“¿Díganme dónde está la alarma de la violencia? La alarma la ponen los medios. Si no cuidamos lo que aquí comemos, no sé de qué vamos a comer. ¿Por qué Cancún se mantiene callado? Porque todos hemos entiendo que hay que comer algo”, aseveró López Rodríguez.
Finalmente, en 2020, mientras permanecía como diputada federal, en plena tribuna de San Lázaro admitió que había tenido que “pagar la módica cantidad de 20.000 pesos (940 dólares) para que la corrupción del sistema permitiera solicitar al juez el juicio abreviado”.