Un avión ruso, con 35 toneladas de ayuda humanitaria que envió la nación roja a México para mitigar los estragos del terremoto del 19 de septiembre, arribó al puerto de Acapulco, donde se descargaron los productos alimentarios, tiendas de campaña, así como otros insumos destinados a los mexicanos damnificados.
La Embajada de ese país en México expresó su confianza de que este “gesto de amistad por parte de Rusia ayude a mitigar los efectos de ese desastre natural que azotó al pueblo de México”.
La aeronave “Il-76” tuvo que aterrizar en Acapulco por problemas de logística en el aeropuerto internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, ya que es un avión muy grande, afecta la altura y su tránsito aéreo es mucho.
El avión, se informó que aterrizó a las 17:40 horas de ayer en la terminal aérea Juan Álvarez, de Acapulco, luego de hacer una escala en República Dominicana tras salir del aeropuerto de Moscú.
Debido a ello, informaron fuentes aeroportuarias, el único aeropuerto alterno con la capacidad para recibir este tipo de aeronaves era Acapulco, en el edificio de aviación general.
Autoridades mexicanas y directivos de la terminal en el puerto recibieron la ayuda que posteriormente descargaron, y una cantidad importante de las 35 toneladas, será enviada al estado de Oaxaca, donde se tuvieron severos daños con el terremoto, mientras que otra parte de la ayuda se quedó en este puerto.
Los víveres fueron enviados por el Ministerio de Emergencia de Rusia, por instrucción del presidente ruso Vladimir Putin, quien poco después de los estragos del terremoto envió sus condolencias al presidente de México, Enrique Peña Nieto por la tragedia.